No volverán

CARLOS VIVAS ARMAS

“Los tiempos de gloria”, dicen algunos necios irresponsables que todavía hay en el país.

¿Pensarán acaso que los ciudadanos somos sus súbditos? ¿Qué somos sumisas ovejas que nos creímos tantas fábulas y soportamos durante diez años la soberbia, petulancia, insolencia, irreverencia, cinismo y procacidad de un mandatario que trató de llevarnos por las sendas de un modelo socioeconómico, hacia el barranco en que se encuentran los países que no pudieron desatarse de este tipo de pedantes?

¿Será que piensan que el pueblo no tiene memoria? ¿Que nos hemos olvidado de los presidentes del banco estatal, de los fiscales, de las cortes, de los consejos electorales y de participación, del contralor, del procurador?

No señores, por suerte los ecuatorianos somos gente pensante y con memoria, no estamos de acuerdo con los paquetazos disfrazados de bondadosos préstamos ofrecidos por el mayor usurero del mundo, en uno de los cuáles inclusive vinieron como yapa unos fusiles que generalmente son utilizados por fuerzas irregulares o paramilitares, de los cuáles no se supo nada más hasta el momento.

Dicen que hemos vuelto al país de los políticos mediocres, de la prensa corrupta, de la policía represora, de los burgueses de hace tres décadas.

Que aquí no ha pasado nada con todos los negociados realizados principalmente en los sectores estratégicos como son la energía en todas sus formas, las telecomunicaciones, los recursos naturales no renovables, el transporte y refinación de hidrocarburos y el espectro radioeléctrico.

Según ellos, los casos de corrupción y persecución, son producto de nuestra imaginación, seguramente mal interpretan el poema de las oscuras golondrinas, sin tomar en cuenta que de rodillas, como se adora a Dios ante su altar, les pedimos que se desengañen, ya que “no volverán”.