Ayer en la mañana la Unidad Educativa San José La Salle realizó la tercera edición del Encuentro Vocacional, un espacio en el que los estudiantes de tercer año de bachillerato de la ciudad tienen la posibilidad de conocer en qué consiste la carrera que aspiran estudiar, tiempo de duración, el perfil de salida del profesional, costos y demás temas.
En nuestro país se imparten alrededor de mil carreras universitarias entre todas las instituciones acreditadas por ley. Esto hace que cerca de 90 mil jóvenes que acaban el colegio cada año busquen qué estudiar entre un amplio abanico de posibilidades, del cual escogen la más conocida o la que más beneficios les puede traer en el futuro.
Según la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), la carrera de administración de Empresas fue la más requerida en 2018 por cuarto año consecutivo.
En el segundo lugar de las carreras más demandadas está Contabilidad; en tercero, Ingeniería Industrial; en cuarto, Economía. En el quinto lugar se ubica Medicina, Derecho, Ingeniería Informática, Comunicación Social y Piscología.
Las dudas aún están presentes en los jóvenes y lo que más los inquieta al momento de elegir una carrera es que no puedan ingresar en el sector público y deban optar por una universidad privada.
“Estoy entre medicina y odontología, y quisiera que fuera en una universidad particular, porque con las pruebas nunca se sabe si uno podrá estudiar lo que le gusta”, comentó Anahí Claudio, estudiante de tercer año de bachillerato.
Anahí asegura que sus padres están dispuestos a pagar una universidad privada, sin embargo, ella está consiente del costo de estas por lo que en la feria buscó opciones de becas por sus calificaciones.
María Elena Vaca, rectora de La Salle, comentó que lo que buscan con esta feria es guiar a los estudiantes para que puedan mirar las distintas universidades y carreras por las que pueden optar. Al evento se invitó a 19 universidades públicas y privadas del centro del país, programas de estudio en el extranjero, institutos tecnológicos superiores y la congregación de las hermanas guadalupanas de La Salle.
La feria se cumplió de 09:00 a 14:00 para esto se invitó a estudiantes de otros colegios particulares y públicos del distrito Latacunga y Salcedo para que conozcan sus opciones.
Vaca destacó que en las anteriores ediciones de la feria los estudiantes han podido conocer sus posibilidades y han abierto su mente para su futuro, “muchos han encontrado su profesión y ahora estudian en las universidades”.
En un sondeo realizado por diario La Hora, de cinco jóvenes consultados solo dos tenían claro que estudiarán al salir del colegio, y de estos solamente uno sabe a que universidad irá.
Jair Alcarras, estudiante de quinto semestre de reparación de motores en el Instituto Tecnológico Superior Cotopaxi, manifestó que en esta carrera ha podrido desarrollar prototipos de vehículos y motores para competencias, “ nos permite desarrollar aplicaciones, software y medir la fuerza y tracción”.
Jhonatan Chiluisa, de la misma carrera agregó que en esta rama se trabaja con los motores de competición y en el país cada vez tiene más acogida el deporte tuerca por lo que puede ser un buena opción para su futuro.
Alec Niusensky, representante de los altos estudios en Europa, comentó que este programa representa alrededor de 200 universidades de Europa central, y para esto no se requiere dar exámenes de admisión, promedio de notas o conocimiento de otros idiomas, por lo que es una buena opción para los estudiantes, “ los estudiantes pagan desde 900 dólares el semestre y asisten a universidades de excelencia académica hospedándose en la residencia estudiantil “.
Niusensky destacó que este programa tiene una alta acogida ya que ayuda a que los estudiantes cambien su estilo de vida, aprendan los idiomas y conozcan otras culturas.
Vida religiosa
Cecilia Tenorio, hermana guadalupana de La Salle contó que la propuesta que presentan como congregación es el voluntariado para conocer su vocación, “la propuesta es que los jóvenes puedan vivir seis o nueve meses en la comunidad compartiendo una vida fraterna, los momentos de oración, la misión, dar clases de catecismo y compartir experiencias en otros colegios donde descubren su vocación”.
Tenorio destacó que en la feria existieron muchos jóvenes que se sintieron inquietos por ser parte del voluntariado mientras eligen su carrera, “no es necesario que opten por la vida religiosa, pero muchos adolescentes comprenden su propósito en la vida ayudando a los demás”. (NA)