Se abre un camino esperanzador

Quince años después de emitida la Declaración de Chapultepec, el Gobierno se adscribe a ella. Coincide el gesto del presidente Lenín Moreno con las reformas que acaban de hacerse a la Ley de Comunicación en la Asamblea Nacional. La firma es un pilar básico en la consolidación del Estado de Derecho en el que todos aspiramos a vivir. Con ella se abre un camino esperanzador, y se cierra otro plagado ignominias y desvergüenzas.

En consecuencia se inaugura un tiempo de reflexión y acción, para marchar hacia adelante con espíritu renovado. El Gobierno ratifica de esta manera su compromiso a defender y precautelar la libertad de expresión, de pensamiento y de información. Es decir, el derecho constitucional de todos los ecuatorianos de ser, en plenitud, verdaderos ciudadanos.

En su Preámbulo la Declaración sostiene que “la libertad es una, pero a la vez múltiple en sus manifestaciones; pertenece a los seres humanos, no al poder”. La adopción de la Declaración es, además, un tácito reconocimiento de que las denuncias de casos de corrupción durante la era correísta, perseguidas y reprimidas entonces, en su mayoría respondieron a un ejercicio.

Hoy la mayoría de esas denuncias han desembocado en sonados casos judiciales. Sin embargo, quedan aún en la legislación ecuatoriana no pocos elementos que bien pudieran, en manos de algún régimen totalitario y populista por venir, restituir la “mordaza” padecida durante una década por los medios de comunicación y los periodistas. La adopción de la Declaración debería ser una motivación para la puesta al día de esos cuerpos legales.


Luzca el sol o esté negro el cielo, siempre seguiremos adelante“. André Breton Poeta francés (1896-1966)

Una mentira es como una bola de nieve: cuanto más tiempo rueda, más grande se vuelve”. Martín Lutero Religioso alemán (1483-1546)