Errores políticos costosos

Manuel Castro

Los políticos por supuesto no son todos inteligentes ni perfectos, aunque dominen con su poder a las sociedades y a los hombres. Por ejemplo tenemos el muro antiayuda humanitaria de Maduro en Venezuela. Como todo obstáculo negativo caerá o será el principio del fin de esa dictadura.

Pretextos como que tal ayuda es una invasión o la ridiculez oficial de que los productos son cancerígenos solo exasperan a los que necesitan de esa ayuda. Parece que hasta el Sumo Pontífice ha reaccionado y le ha escrito una carta a Maduro, en la que ya no le trata de Presidente, y le llama a la cordura, seguramente le hizo caso a San Agustín que dice: “Errar es humano; perseverar en el error es maligno”.

En los Estados Unidos, Trump alardea de los éxitos económicos en ese país, pero con terquedad exige construir un muro con México. Para que no moleste apenas le darán para construir una valla. El costo de su exigencia es el rechazo mundial a su persona y el regocijo de sus rivales políticos exteriores e interiores. Además que afirma que la cantidad que le dieron no “le hace feliz” sino solo el muro.

Olvida que ni el Muro de Berlín, ni la Línea Maginot (un muro para que no se invadiera a Francia), el Muro de Jericó, cayeron al primer soplo. Cicerón dijo: “Todos los hombres pueden caer en el error, pero solo los necios perseveran en él.”

En España se inicia un juicio contra 12 dirigentes independistas catalanes, que pueden recibir una sentencia de hasta 25 años de cárcel. Aparte de que tiene a la política española “patas arriba”, de lo costoso del proceso, lo único que producirá, de ser la sentencia condenatoria, será nuevos mártires y la desunión de los españoles. ¡Joder o jolines! Afirma con sabiduría Amiel: “Un error es tanto más peligroso cuanta más cantidad de verdad contenga”.

Y en el Ecuador, el Gobierno mantiene reuniones con el Fondo Monetario Internacional, para un posible acuerdo con multilaterales, pero dicta una resolución sobre intereses en las tarjetas de crédito y al primer reclamo recula. Si en lo pequeño actuamos así, cómo confiar en nuestra seriedad política y financiera.

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