Ayer en la mañana los jueces de paz de la provincia recibieron un taller de fortalecimiento de parte del Consejo de la Judicatura para atender las necesidades de las distintas comunidades.
Arturo Ugsha, delegado Provincial del Consejo de la Judicatura, manifestó que en Cotopaxi hay 19 jueces de paz distribuidos en las parroquias, los que trabajan de forma voluntaria y sin horario, “el compromiso que tienen es resolver problemas en las comunidades para que la gente no busque abogados y asistan a los juzgados en problemas que se pueden resolver fácilmente”.
El delegado explicó que los jueces tienen la competencia para resolver temas de arrendamiento, conflictos comunitarios, linderos entre otros problemas, “los jueces de paz han resulto casos para evitar que pierdan el tiempo y gasten recursos económicos”.
Los jueces no pueden conocer sobre delitos, violaciones, casos de alimentos y asuntos que impliquen juicios penales.
En la capacitación de ayer se explicó a los jueces la temática de los juicios dobles, es decir que se puede actuar en un caso, siempre y cuando no hayan resuelto los jueces de la comunidad indígena, ya que según la norma legal no pueden juzgar dos veces a una persona por la misma causa.
Para tener un juez de paz las organizaciones y las parroquias hacen la solicitud al Consejo de la Judicatura para que se genere la instalación de un juez de paz, porque muchas veces tienen conflictos y requieren solucionarlos dentro de la comunidad, “el juez de paz es electo por la parroquia”, añadió Ugsha.
Zulema Torres, jueza de paz de la parroquia La Victoria, comentó que cada día tienen temas distintos, sin embargo los problemas más comunes que hay en las comunidades son: familiares, de linderos, de deudas, y de contaminación a las propiedades ajenas. (NA)