Maíz, planta sagrada

LUIS REINOSO GARZON

El maíz está considerado como uno de los cereales más antiguos consumidos por los habitantes de América que, probablemente aparece hace 7000 años; por lo tanto, las vidas en los pueblos indígenas se relacionan con la siembra y el cultivo de este grano y una de las características primordiales de las nacionalidades indígenas aparte de la vestimenta, es la agricultura y su cosmovisión; así lo demuestran los habitantes andinos que aún mantienen celosamente las formas ancestrales de la siembra, tratamiento y utilización de este alimento.

Las enseñanzas de su cultivo se realizan de generación en generación porque consideran un alimento sagrado que ha alimentado a los pueblos y por ello se han constituido ritos y conmemoraciones en honor al maíz.

Investigadores de costumbres y tradiciones demuestran que, en casi todas las culturas andinas, la siembra tenía un aspecto ritual, por ello en algunas comunidades se está rescatando estas expresiones de agradecimiento a la Pachamama, por dar vida a través de este cultivo. Porque ser agricultor es una espiritualidad completa, colectiva, comunitaria que nos brinda alegría y solidaridad.

El proceso resulta muy interesante por cuanto la siembra tiene un rito; igual la germinación y el nacimiento, luego se advierte como la planta crece y se desarrolla; viene la floración que también es motivo para celebrar; ha pasado el tiempo hasta la llegada de la cosecha que es la festividad mayor, por lo tanto, hay que agradecer al Taita Inti y a la Pachamama por todo este proceso con la celebración del Inti Raymi o Fiesta del Sol, en donde el Maíz es ofrecido como símbolo de vida.

En la actualidad la mayor parte de pueblos indígenas mestizos y campesinos tiene al maíz como su principal cultivo y sus preparaciones como alimento, con una variedad de platos como, las humitas, el choclo cocinado asado o frito y cuando el grano está seco el tostado, el mote, las tortillas con dulce de cabuya, hasta la chicha de jora.