ALEJANDRO FABARA TORRES
Son 150 años de construir nuestras sociedades en base al petróleo. La dependencia de los hidrocarburos y la contaminación nos lleva a un inevitable e incierto futuro. El cambio climático desata más alarmas. El rumbo debe cambiar. Y precisamente, ese es el objetivo de Transition: anticiparte y diseñar el futuro en vez de esperar y lamentar. Todo esto pasa por reciclar, ahorrar agua, reducir la emisión de carbono e ir por la sostenibilidad, dando los primeros pasos a pequeña escala.
El movimiento Transition (Transición en español) lidera la teoría del cénit del petróleo y basa sus principios desde el punto de vista del bienestar, ya que un futuro sin petróleo es preferible al presente que vivimos. El movimiento nació en 2006 como un proyecto universitario de sostenibilidad bajo en nombre Kinsale 2021. La propuesta era un plan para disminuir el consumo energético de una ciudad al sur de Irlanda con aproximadamente 7000 habitantes. Rod Hopkins, fundador del movimiento, junto a sus estudiantes convencieron al municipio para que aprobara e implementara el proyecto. Kinsale se convirtió entonces en la primera «ciudad transición»
La receta es repensar las ciudades y barrios de una forma participativa y divertida. El movimiento tiene presencia en 50 países. Todos siguen los manuales creados por el movimiento, pero los adaptan a sus necesidades y planes propios. «No es una franquicia, no controlamos la transición, confiamos en ella» dice Hopkins.
Otro de los objetivos es ser un catalizador para que cada persona imagine y se plantee preguntas que despierten la inteligencia colectiva. Todo desde el punto de vista constructivo, porque los mensajes catastróficos hacen ver nuestros aportes como pequeños y vanos. Las elecciones se acercan y como siempre habrán candidatos con campañas en contra de las cosas pero que se olvidan de adónde queremos ir. Necesitamos estusiarmar a la gente con un mejor futuro. ¿Podrá ser Latacunga la primera ciudad transición del Ecuador?