POR: MIGUEL MENA AYALA
En ciencias políticas Dividir es el arte de Gobernar, la estrategia diseñada por los reyes en la antigüedad se aplica en los gobiernos democráticos hoy en día. Debido a esta estrategia estimados lectores ustedes comprenderán la existencia de tantos partidos y movimientos políticos con ideologías variadas, la madurez política de una nación está determinada por su capacidad de eliminar las divisiones y sectarismos trabajando en unificar los esfuerzos de las mayorías en un solo bloque, en una sola fuerza en beneficio colectivo con justicia social y justicia redistributiva.
El darwinismo social hace que en el transcurso del tiempo histórico y el tiempo natural unos cuantos grupos, familias o individuos se han impuesto sobre los demás dominándolos política, económica y religiosamente, luego de algunas generaciones y sin un “Estado Fuerte” que regule e impida la acumulación de riqueza desproporcionada, en algunos casos malhabida o deshonesta sus familias han adquirido Poder y reconocimiento mediático.
Recordando el caso ecuatoriano podemos evidenciar que los sectores de menores recursos por lo general se encuentran distanciados de sus pares con divisiones internas en el ámbito de la dirigencia y el liderazgo, sus luchas no son por alcanzar mayores derechos, beneficios y autogobierno, sino que sus luchas son por alcanzar espacios de poder para sentirse representados, sintiéndose luego defraudados cuando observan como su dirigencia monopoliza el poder entregado en sus manos para beneficiarse personalmente y enriquecerse controlando sus bases y creando cacicazgos que son difíciles de cambiar. La unión hace la fuerza es la respuesta al intento de división política.