‘Zibaldone’ reflexiona sobre el rol de la vida

Inauguración. ‘Zibaldone’ se estrenó de manera mundial en el Fiavl.
Inauguración. ‘Zibaldone’ se estrenó de manera mundial en el Fiavl.

La compañía catalana Els Comediants abrió el Festival de Loja. Lo hizo con una amalgama de géneros escénicos.

DAMIÁN DE LA TORRE

Los Hermanos Grimm o Hans Christian Andersen acertaron, al momento de construir sus cuentos, el tomar las tradiciones y las leyendas que habitaban en las atmósferas de las que provenían. El éxito de la compañía catalana Els Comediants radica en ese principio que rigió a los mencionados cuentistas, además de trabajarlo desde el humor.

Els Comediants tenía el desafío de abrir la segunda edición del Festival Internacional de Artes Vivas Loja (Fiavl), es decir, desde las tablas debía prender la fiesta y contagiar a todos con su espectáculo. Y lo hizo desde el humor y la memoria.

Claro que las tablas quedaron chicas para los catalanes. Su elenco ocupó los exteriores, gradas y graderíos, la mayoría de rincones de la colosal infraestructura que representa el Teatro Benjamín Carrión.

De entrada, el director Jaume Bernadet ya contagiaba de alegría al interactuar con el público que hacía fila de ingreso.

Él golpeaba un enorme dragón chino, que no botaba fuego, sino que emanaba sonidos. Cada golpe era una invitación que se hacía eco, el mismo que se entremezclaba con sus disparatadas ocurrencias.

Previo a la apertura lograron romper la tediosa cuarta pared (¿realmente existe?). Lo que sí queda claro es que crearon un puente entre el elenco y el público al hacerlo partícipe de la colocación del firmamento que los cobijaría esa noche: una malla cargada de cascabeles que daban lugar a una bóveda de estrellas sonoras en la cúspide del teatro. Las esferas de los planetas míticos y una luna capaz de sonreír fueron el horizonte en el centro del escenario.

Después llegaría el turno del desarrollo de ‘Zibaldone’, el estreno mundial que acogió Loja. Ahí, los ciclos de la vida fueron representados por seres homogéneos, todos de blanco, sin rostro, como enseñando al público que el nacer y el morir son un paréntesis que nos une.

Esa potente entrada fue la encargada de desplegar en escena una reflexión que rondó toda la noche: cuál es nuestro rol en el mundo, cómo actuamos en nuestra vida, porque muy pocos llegan a realizar un buen papel secundario de los sueños propuestos.

Este cuestionamiento se alimentó de parábolas, donde grandes caretas, vestuarios coloridos, el uso de títeres y la combinación de géneros escénicos dieron paso a que el público se pregunte sobre su papel en el mundo, sin olvidar la historia y esbozando una sonrisa.

Frase

Los ciclos de la vida fueron representados por seres homogéneos, todos de blanco, sin rostro, como enseñando al público que el nacer y el morir son un paréntesis que nos une”.

Mi opinión en 30 segundos

Patricio Vallejo Director Fiavl
° La obra de Els Comediants es una expresión de la celebración y de la fiesta. El grupo toma las tradiciones de la fiesta mediterránea y la convierten a su manera particular de presentar los espectáculos. Recordamos que Els Comediants ha inaugurado festivales como el de Venecia o cerrado las Olimpiadas de Barcelona 92, y tenemos el privilegio de inaugurar con una obra que además se presenta por primera vez en el mundo entero, como es ‘Zibaldone’.

Mi opinión en 30 segundos

Jossy Cáceres Directora CNDE
° He visto algunas de las propuestas de este grupo catalán y creo que tienen una propuesta contundente al nivel de la imagen y de los cuerpos de la transformación de la utilización del vestuario. Creo que ellos parten de la búsqueda lúdica, simple, sencilla para poder comunicar cosas a través de las imágenes, y eso es lo que pudimos ver esta noche. Sus propuestas siempre serán interesantes, y siento que el público disfrutó de un buen espectáculo escénico.

Recomendada nacional
° El público puede disfrutar hoy (17:00) la propuesta del Estudio de Actores de Quito. Se trata de ‘El principio de Arquímedes’, una obra que trata sobre el campo minado de nuestra paranoia; una cárcel al ya no poder decir, tocar, ni mirar sin miedo, pues todo es un detonante de una tragedia”. Una pieza de dramaturgia contemporánea, para una actualidad crispada en Ecuador y todo el mundo