Velasco Ibarra: un legado interminable

Gil Vela y Milton Álava Ormaza realizan una radiografía voluminosa en
‘Velasco Ibarra. Caudillo populista’. Aquí, las dos miradas sobre un líder.

Coautoría
La relación como amigos data desde 1961, cuando éramos compañeros de la Universidad Central. Tiempo después, preocupados por los problemas del país escribimos un libro anterior, ‘Ecuador: Temas candentes’. Desde ahí hemos establecido una mecánica conjunta e independiente para al final redactar.

Velasquismo vs. Populismo siglo XIX
La misma diferencia que se puede encontrar entre un hombre del más alto nivel moral y humanista, una preparación superior, un hombre que amaba y que incorporó al pueblo, un populista ilustrado. Chávez con una parafernalia a Bolívar, Lula, emergido de los trabajadores, hoy juzgado por corrupción; piense en los Kirchner y las acusaciones. Nadie se equipara a Velasco en talla moral e intelectual. Y si piensa en Correa, compare su ‘Ecuador de banana republic a la no república’ con toda la producción de Velasco. Saque las diferencias.

Caudillo de la oligarquía
Discrepo con la tesis de Cuvi (Pablo) en su libro ‘Velasco Ibarra: el último caudillo de la oligarquía’. Es simple, Velasco respondía a Velasco y la oligarquía era conciente de su poder frente al pueblo y lo frenaban porque sabían el cambio que podía generar. Velasco era el hambre y la oligarquía, la necesidad, ‘se juntaban el hambre y la necesidad’, pero él no respondía a la oligarquía.

Aciertos
Velasco es un liberal que consolida el pensamiento de Alfaro, que consolida el laicismo en este país. Él se preocupaba de las carreteras, de la educación, de la salud, del pueblo.

Errores
Tuvo muchos. En una comunidad como la nuestra, confiar en la buena fe de sus partidarios es un error imperdonable. Creer que con su sola capacidad podría salvar, una gran equivocación. No tener un equipo básico de 10 hombres de trabajo permanente, una falla. En política, todo eso te pasa la factura.

Motivación
Ya trabajamos tiempo atrás y nos conocemos desde la universidad. Nos consultamos mutuamente. Gil adquirió un legajo de correspondencia cruzada entre Velasco y su colaborador Pedro Concha Enríquez. Tuvo en cuenta mi trayectoria de velascologista y empezó el trabajo. Ambos emprendimos este trabajo que es un legado generacional del mayor personaje político del siglo XX. Velasco es la síntesis de Rocafuerte, García Moreno y Eloy Alfaro.

Velasco, en síntesis
De Velasco hay que destacar su gran formación intelectual, que lo convierte no solo en el mayor escritor político del país, sino en el más grande orador, al que nadie ha podido imitar. Es un precedente de honradez. Personificaba la unidad del país y abogó por la descentralización. A Velasco todos lo querían, y nadie se ponía a pensar si era quiteño o guayaquileño: una imagen sin regionalismo.

A quién representaba
Que servía a la oligarquía es falso. Velasco se debía al pueblo y al propio Velasco, el se autorepresentaba y representaba al Ecuador. La oligarquía tenía a sus líderes en el conservadorismo o en el liberalismo. Andrés F. Córdova, Camilo Ponce o Galo Plaza representaban a la oligarquía.

Obras significativas
El aporte de Velasco fue el haber modernizado el Derecho Constitucional ecuatoriano. Haber creado una estructura política. En el plano de la educación, implantó al laicismo como plano inherente de la educación. Creó la Universidad Católica y potenció a la Politécnica. Trató de impulsar la obra pública en un medio económico precario.

Errores
No haber tenido un equipo permanente y coherente, un cuerpo orgánico de trabajo.

El no dejar que el Velasquismo sea un partido político. Velasco no tuvo una política económica consolidada. Velasco sobreestimaba a la oposición política sobre su figura.