Cómo aplicar la libertad estética de los estudiantes

reglamento. Algunas instituciones prohíben a sus estudiantes tener el cabello pintado, tatuajes o piercings.
reglamento. Algunas instituciones prohíben a sus estudiantes tener el cabello pintado, tatuajes o piercings.
reglamento. Algunas instituciones prohíben a sus estudiantes tener el cabello pintado, tatuajes o piercings.
reglamento. Algunas instituciones prohíben a sus estudiantes tener el cabello pintado, tatuajes o piercings.
reglamento. Algunas instituciones prohíben a sus estudiantes tener el cabello pintado, tatuajes o piercings.
reglamento. Algunas instituciones prohíben a sus estudiantes tener el cabello pintado, tatuajes o piercings.
reglamento. Algunas instituciones prohíben a sus estudiantes tener el cabello pintado, tatuajes o piercings.
reglamento. Algunas instituciones prohíben a sus estudiantes tener el cabello pintado, tatuajes o piercings.

Rosa N., tiene 17 años y cursa el tercero de bachillerato en un colegio de Quito. Hace tres meses se cortó el cabello por encima de los hombros. “En la formación, la rectora se me acercó y me dijo que debía ponerme una peluca, porque las mujeres tienen el cabello largo”, recuerda.

Comentó el hecho a sus padres, quienes, junto a otros estudiantes, presentaron una queja al Ministerio de Educación.

La rectora dejó el cargo tras comprobarse que sus argumentos iban en contra del código de convivencia de la institución.

Otro caso es el de Karen Ante, de 18 años. “Me dijeron que por los artes y los tatuajes daño la imagen del colegio y doy un mal ejemplo a las de los cursos menores”. Cuenta que le bajan tres puntos por usar maquillaje y por el mal uso del uniforme. “Por eso llegamos a un acuerdo y me coloco los ‘piercings’ a la salida”. Expertos analizan la libertad estética de los estudiantes y en qué medida debe ser incluida en la normativa de los colegios. (AVV)

Apariencia y disciplina

El antropólogo Daniel Andrade considera que el uniforme escolar es la manera en que las instituciones marcan los límites de la disciplina. “Saber que debo usarlo como rige la norma y no tergiversarlo es la forma tangible de identidad del colegio”. Andrade considera excesivo tratar de “disciplinar el cuerpo de los estudiantes”. Cortarse o pintarse el cabello, dice Andrade, es una manera de establecer una personalidad: “condenar esto es discriminatorio”.

Importancia de los límites

Adriana Lasso, sicóloga educativa, indica el código de convivencia de un colegio se rige a su misión y visión, con el fin de crear identidad y que es autónomo mientras no vulnere lo establecido en la Constitución. “Hay que considerar la importancia de los límites en la formación de los chicos, precautelando su integridad”, aseguró. “Esto, en la construcción social, garantiza que las personas formemos espacios sin violencia y de convivencia armónica”, manifestó.

Lasso señala que para evitar malestares es importante que los padres y estudiantes tengan consciencia al momento de buscar un colegio “ver si su código va conmigo y voy a aceptar esos lineamientos”.

Incluir a los actores

La activista Semnia Valdivia cita que el artículo 21 de la Constitución garantiza la libertad estética: “hay sanción para quien menoscabe ese derecho”.

Valdivia comenta que, desde 2017, varios colectivos se presentaron ante la Defensoría del Pueblo para denunciar instituciones que incluso negaron la entrada a quienes tenían piercings, tatuajes, maquillaje o, en el caso de los hombres, cabello largo.

Valdivia destaca que el Ministerio de Educación informó que se harán cambios en los códigos de convivencia, para 2020. “Lo mejor sería establecer normas junto con los estudiantes”.

Rosa N., tiene 17 años y cursa el tercero de bachillerato en un colegio de Quito. Hace tres meses se cortó el cabello por encima de los hombros. “En la formación, la rectora se me acercó y me dijo que debía ponerme una peluca, porque las mujeres tienen el cabello largo”, recuerda.

Comentó el hecho a sus padres, quienes, junto a otros estudiantes, presentaron una queja al Ministerio de Educación.

La rectora dejó el cargo tras comprobarse que sus argumentos iban en contra del código de convivencia de la institución.

Otro caso es el de Karen Ante, de 18 años. “Me dijeron que por los artes y los tatuajes daño la imagen del colegio y doy un mal ejemplo a las de los cursos menores”. Cuenta que le bajan tres puntos por usar maquillaje y por el mal uso del uniforme. “Por eso llegamos a un acuerdo y me coloco los ‘piercings’ a la salida”. Expertos analizan la libertad estética de los estudiantes y en qué medida debe ser incluida en la normativa de los colegios. (AVV)

Apariencia y disciplina

El antropólogo Daniel Andrade considera que el uniforme escolar es la manera en que las instituciones marcan los límites de la disciplina. “Saber que debo usarlo como rige la norma y no tergiversarlo es la forma tangible de identidad del colegio”. Andrade considera excesivo tratar de “disciplinar el cuerpo de los estudiantes”. Cortarse o pintarse el cabello, dice Andrade, es una manera de establecer una personalidad: “condenar esto es discriminatorio”.

Importancia de los límites

Adriana Lasso, sicóloga educativa, indica el código de convivencia de un colegio se rige a su misión y visión, con el fin de crear identidad y que es autónomo mientras no vulnere lo establecido en la Constitución. “Hay que considerar la importancia de los límites en la formación de los chicos, precautelando su integridad”, aseguró. “Esto, en la construcción social, garantiza que las personas formemos espacios sin violencia y de convivencia armónica”, manifestó.

Lasso señala que para evitar malestares es importante que los padres y estudiantes tengan consciencia al momento de buscar un colegio “ver si su código va conmigo y voy a aceptar esos lineamientos”.

Incluir a los actores

La activista Semnia Valdivia cita que el artículo 21 de la Constitución garantiza la libertad estética: “hay sanción para quien menoscabe ese derecho”.

Valdivia comenta que, desde 2017, varios colectivos se presentaron ante la Defensoría del Pueblo para denunciar instituciones que incluso negaron la entrada a quienes tenían piercings, tatuajes, maquillaje o, en el caso de los hombres, cabello largo.

Valdivia destaca que el Ministerio de Educación informó que se harán cambios en los códigos de convivencia, para 2020. “Lo mejor sería establecer normas junto con los estudiantes”.

Rosa N., tiene 17 años y cursa el tercero de bachillerato en un colegio de Quito. Hace tres meses se cortó el cabello por encima de los hombros. “En la formación, la rectora se me acercó y me dijo que debía ponerme una peluca, porque las mujeres tienen el cabello largo”, recuerda.

Comentó el hecho a sus padres, quienes, junto a otros estudiantes, presentaron una queja al Ministerio de Educación.

La rectora dejó el cargo tras comprobarse que sus argumentos iban en contra del código de convivencia de la institución.

Otro caso es el de Karen Ante, de 18 años. “Me dijeron que por los artes y los tatuajes daño la imagen del colegio y doy un mal ejemplo a las de los cursos menores”. Cuenta que le bajan tres puntos por usar maquillaje y por el mal uso del uniforme. “Por eso llegamos a un acuerdo y me coloco los ‘piercings’ a la salida”. Expertos analizan la libertad estética de los estudiantes y en qué medida debe ser incluida en la normativa de los colegios. (AVV)

Apariencia y disciplina

El antropólogo Daniel Andrade considera que el uniforme escolar es la manera en que las instituciones marcan los límites de la disciplina. “Saber que debo usarlo como rige la norma y no tergiversarlo es la forma tangible de identidad del colegio”. Andrade considera excesivo tratar de “disciplinar el cuerpo de los estudiantes”. Cortarse o pintarse el cabello, dice Andrade, es una manera de establecer una personalidad: “condenar esto es discriminatorio”.

Importancia de los límites

Adriana Lasso, sicóloga educativa, indica el código de convivencia de un colegio se rige a su misión y visión, con el fin de crear identidad y que es autónomo mientras no vulnere lo establecido en la Constitución. “Hay que considerar la importancia de los límites en la formación de los chicos, precautelando su integridad”, aseguró. “Esto, en la construcción social, garantiza que las personas formemos espacios sin violencia y de convivencia armónica”, manifestó.

Lasso señala que para evitar malestares es importante que los padres y estudiantes tengan consciencia al momento de buscar un colegio “ver si su código va conmigo y voy a aceptar esos lineamientos”.

Incluir a los actores

La activista Semnia Valdivia cita que el artículo 21 de la Constitución garantiza la libertad estética: “hay sanción para quien menoscabe ese derecho”.

Valdivia comenta que, desde 2017, varios colectivos se presentaron ante la Defensoría del Pueblo para denunciar instituciones que incluso negaron la entrada a quienes tenían piercings, tatuajes, maquillaje o, en el caso de los hombres, cabello largo.

Valdivia destaca que el Ministerio de Educación informó que se harán cambios en los códigos de convivencia, para 2020. “Lo mejor sería establecer normas junto con los estudiantes”.

Rosa N., tiene 17 años y cursa el tercero de bachillerato en un colegio de Quito. Hace tres meses se cortó el cabello por encima de los hombros. “En la formación, la rectora se me acercó y me dijo que debía ponerme una peluca, porque las mujeres tienen el cabello largo”, recuerda.

Comentó el hecho a sus padres, quienes, junto a otros estudiantes, presentaron una queja al Ministerio de Educación.

La rectora dejó el cargo tras comprobarse que sus argumentos iban en contra del código de convivencia de la institución.

Otro caso es el de Karen Ante, de 18 años. “Me dijeron que por los artes y los tatuajes daño la imagen del colegio y doy un mal ejemplo a las de los cursos menores”. Cuenta que le bajan tres puntos por usar maquillaje y por el mal uso del uniforme. “Por eso llegamos a un acuerdo y me coloco los ‘piercings’ a la salida”. Expertos analizan la libertad estética de los estudiantes y en qué medida debe ser incluida en la normativa de los colegios. (AVV)

Apariencia y disciplina

El antropólogo Daniel Andrade considera que el uniforme escolar es la manera en que las instituciones marcan los límites de la disciplina. “Saber que debo usarlo como rige la norma y no tergiversarlo es la forma tangible de identidad del colegio”. Andrade considera excesivo tratar de “disciplinar el cuerpo de los estudiantes”. Cortarse o pintarse el cabello, dice Andrade, es una manera de establecer una personalidad: “condenar esto es discriminatorio”.

Importancia de los límites

Adriana Lasso, sicóloga educativa, indica el código de convivencia de un colegio se rige a su misión y visión, con el fin de crear identidad y que es autónomo mientras no vulnere lo establecido en la Constitución. “Hay que considerar la importancia de los límites en la formación de los chicos, precautelando su integridad”, aseguró. “Esto, en la construcción social, garantiza que las personas formemos espacios sin violencia y de convivencia armónica”, manifestó.

Lasso señala que para evitar malestares es importante que los padres y estudiantes tengan consciencia al momento de buscar un colegio “ver si su código va conmigo y voy a aceptar esos lineamientos”.

Incluir a los actores

La activista Semnia Valdivia cita que el artículo 21 de la Constitución garantiza la libertad estética: “hay sanción para quien menoscabe ese derecho”.

Valdivia comenta que, desde 2017, varios colectivos se presentaron ante la Defensoría del Pueblo para denunciar instituciones que incluso negaron la entrada a quienes tenían piercings, tatuajes, maquillaje o, en el caso de los hombres, cabello largo.

Valdivia destaca que el Ministerio de Educación informó que se harán cambios en los códigos de convivencia, para 2020. “Lo mejor sería establecer normas junto con los estudiantes”.