Radio y TV

Eduardo F. Naranjo C.

La sociedad cambia rápidamente sus hábitos de consumo de información y los medios tradicionales reducen sus audiencias, sólo un segmento consume prensa impresa, explica su migración al sistema digital, sin embargo, radio y televisión mantienen audiencias variables que permiten influenciar en las decisiones de las “masas”.

La influencia mediática es definitoria en muchos direccionamientos sociales, fue esa la aspiración de la Unesco al fundar Ciespal, elevar la calidad de la programación para beneficio de la cultura y el ocio de los públicos, que construiría mejores sociedades bien informadas.

Es axioma, la gente prefiere un medio u otro de acuerdo a sus necesidades psicológicas, explica el éxito de emisoras deportivas o musicales, pero en cuanto a las que hacen periodismo, hay diferentes opciones sobre los actores de la comunicación, la elección es función del conocimiento y criterio del público capaz de discernir la calidad y fidelidad de los constructos lingüísticos que emplean estos comunicadores, así se puede lograr una conclusión cierta del discurso mediático, si es objetivo e imparcial y no distorsionador intencionadamente.

La cultura alimento espiritual, que deberían fomentar la radio y televisión, con productos de calidad, que los hay en algunos medios y la oferta de jóvenes productores es interesante y amplia, pero en la parte periodística estamos muy limitados.

Para públicos ilustrados hay al menos tres emisoras que hacen trabajo excelente y muestran capacidad profesional, en televisión hay mercado de todo, poco positivo, seguramente es lo único que se vende aquí, hay pequeños espacios educativos de producción estatal o institucional, que en los últimos años han aportado algo, las sugerencias de la Unesco de hace 40 años atrás no nos alcanzaron todavía.

[email protected]

Eduardo F. Naranjo C.

La sociedad cambia rápidamente sus hábitos de consumo de información y los medios tradicionales reducen sus audiencias, sólo un segmento consume prensa impresa, explica su migración al sistema digital, sin embargo, radio y televisión mantienen audiencias variables que permiten influenciar en las decisiones de las “masas”.

La influencia mediática es definitoria en muchos direccionamientos sociales, fue esa la aspiración de la Unesco al fundar Ciespal, elevar la calidad de la programación para beneficio de la cultura y el ocio de los públicos, que construiría mejores sociedades bien informadas.

Es axioma, la gente prefiere un medio u otro de acuerdo a sus necesidades psicológicas, explica el éxito de emisoras deportivas o musicales, pero en cuanto a las que hacen periodismo, hay diferentes opciones sobre los actores de la comunicación, la elección es función del conocimiento y criterio del público capaz de discernir la calidad y fidelidad de los constructos lingüísticos que emplean estos comunicadores, así se puede lograr una conclusión cierta del discurso mediático, si es objetivo e imparcial y no distorsionador intencionadamente.

La cultura alimento espiritual, que deberían fomentar la radio y televisión, con productos de calidad, que los hay en algunos medios y la oferta de jóvenes productores es interesante y amplia, pero en la parte periodística estamos muy limitados.

Para públicos ilustrados hay al menos tres emisoras que hacen trabajo excelente y muestran capacidad profesional, en televisión hay mercado de todo, poco positivo, seguramente es lo único que se vende aquí, hay pequeños espacios educativos de producción estatal o institucional, que en los últimos años han aportado algo, las sugerencias de la Unesco de hace 40 años atrás no nos alcanzaron todavía.

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La sociedad cambia rápidamente sus hábitos de consumo de información y los medios tradicionales reducen sus audiencias, sólo un segmento consume prensa impresa, explica su migración al sistema digital, sin embargo, radio y televisión mantienen audiencias variables que permiten influenciar en las decisiones de las “masas”.

La influencia mediática es definitoria en muchos direccionamientos sociales, fue esa la aspiración de la Unesco al fundar Ciespal, elevar la calidad de la programación para beneficio de la cultura y el ocio de los públicos, que construiría mejores sociedades bien informadas.

Es axioma, la gente prefiere un medio u otro de acuerdo a sus necesidades psicológicas, explica el éxito de emisoras deportivas o musicales, pero en cuanto a las que hacen periodismo, hay diferentes opciones sobre los actores de la comunicación, la elección es función del conocimiento y criterio del público capaz de discernir la calidad y fidelidad de los constructos lingüísticos que emplean estos comunicadores, así se puede lograr una conclusión cierta del discurso mediático, si es objetivo e imparcial y no distorsionador intencionadamente.

La cultura alimento espiritual, que deberían fomentar la radio y televisión, con productos de calidad, que los hay en algunos medios y la oferta de jóvenes productores es interesante y amplia, pero en la parte periodística estamos muy limitados.

Para públicos ilustrados hay al menos tres emisoras que hacen trabajo excelente y muestran capacidad profesional, en televisión hay mercado de todo, poco positivo, seguramente es lo único que se vende aquí, hay pequeños espacios educativos de producción estatal o institucional, que en los últimos años han aportado algo, las sugerencias de la Unesco de hace 40 años atrás no nos alcanzaron todavía.

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Eduardo F. Naranjo C.

La sociedad cambia rápidamente sus hábitos de consumo de información y los medios tradicionales reducen sus audiencias, sólo un segmento consume prensa impresa, explica su migración al sistema digital, sin embargo, radio y televisión mantienen audiencias variables que permiten influenciar en las decisiones de las “masas”.

La influencia mediática es definitoria en muchos direccionamientos sociales, fue esa la aspiración de la Unesco al fundar Ciespal, elevar la calidad de la programación para beneficio de la cultura y el ocio de los públicos, que construiría mejores sociedades bien informadas.

Es axioma, la gente prefiere un medio u otro de acuerdo a sus necesidades psicológicas, explica el éxito de emisoras deportivas o musicales, pero en cuanto a las que hacen periodismo, hay diferentes opciones sobre los actores de la comunicación, la elección es función del conocimiento y criterio del público capaz de discernir la calidad y fidelidad de los constructos lingüísticos que emplean estos comunicadores, así se puede lograr una conclusión cierta del discurso mediático, si es objetivo e imparcial y no distorsionador intencionadamente.

La cultura alimento espiritual, que deberían fomentar la radio y televisión, con productos de calidad, que los hay en algunos medios y la oferta de jóvenes productores es interesante y amplia, pero en la parte periodística estamos muy limitados.

Para públicos ilustrados hay al menos tres emisoras que hacen trabajo excelente y muestran capacidad profesional, en televisión hay mercado de todo, poco positivo, seguramente es lo único que se vende aquí, hay pequeños espacios educativos de producción estatal o institucional, que en los últimos años han aportado algo, las sugerencias de la Unesco de hace 40 años atrás no nos alcanzaron todavía.

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