‘En temas sensibles se ha evitado dialogar’

POSICIÓN. La asambleísta de PAIS, Ana Belén Marín, recibió a La Hora en su despacho en el Palacio Legislativo.
POSICIÓN. La asambleísta de PAIS, Ana Belén Marín, recibió a La Hora en su despacho en el Palacio Legislativo.
POSICIÓN. La asambleísta de PAIS, Ana Belén Marín, recibió a La Hora en su despacho en el Palacio Legislativo.
POSICIÓN. La asambleísta de PAIS, Ana Belén Marín, recibió a La Hora en su despacho en el Palacio Legislativo.
POSICIÓN. La asambleísta de PAIS, Ana Belén Marín, recibió a La Hora en su despacho en el Palacio Legislativo.
POSICIÓN. La asambleísta de PAIS, Ana Belén Marín, recibió a La Hora en su despacho en el Palacio Legislativo.
POSICIÓN. La asambleísta de PAIS, Ana Belén Marín, recibió a La Hora en su despacho en el Palacio Legislativo.
POSICIÓN. La asambleísta de PAIS, Ana Belén Marín, recibió a La Hora en su despacho en el Palacio Legislativo.

La Asamblea Nacional, durante 11 días de manifestaciones, se mantuvo prácticamente en silencio. Ahora quiere fiscalizar los hechos para encontrar responsables. El martes, en el Pleno, los legisladores vertieron acusaciones sobre quiénes estarían detrás de la desestabilización. Sin embargo, también hubo una posición de mirar casa adentro.

Esa fue la postura de la asambleísta del oficialismo y primera vocal del Consejo de Administración Legislativa, Ana Belén Marín, quien en entrevista con La Hora hizo una valoración del trabajo de la primera Función del Estado, de los procesos de diálogo del Gobierno y la participación del correísmo.

¿Hubo una Asamblea ausente durante las protestas?
Se sintió la ausencia, porque no hubo Pleno, porque no se evidenciaron las reuniones de las bancadas. La mejor decisión era no sesionar. No podíamos ser uno de los promotores del caos. Pero también hay que hacer un mea culpa. ¿Realmente estamos aprobando leyes en beneficio de los más vulnerables? Aparentemente, no. Ese fue el detonante para que el sector indígena lidere las manifestaciones.

¿No se han aprobado las leyes que requiere el país?
Nos estamos enfocando en cosas distintas. Hemos tratado el tema de corrupción, pero en el tema económico, con la Constitución, tenemos muchas limitaciones. No es un trabajo solo de la Asamblea, es un trabajo con el colegislador, el Ejecutivo. Nosotros no podemos hacer propuestas económicas.

¿Fue un error el Decreto 883?
El decreto no es un error. El error grave es cómo se lo hizo, sin socializar. Si se daba antes, inclusive los sectores indígenas hubieran cedido en el 50%.

El Presidente tiene una política de diálogo, pero algunos de sus subalternos hacen un diálogo unilateral y en temas sensibles se ha evitado dialogar para no tener un enfrentamiento, por temor al rechazo.

Han sido dos años de diálogo, ¿qué pasó?
En algunos temas hay acciones claras, en otros evidentemente, no, y la gente se cansó. Hay que separar los diálogos productivos y los que no han dado resultados. El problema puede ser de quien estuvo liderando o que no hay la predisposición para ceder.

El Gobierno busca instaurar la tesis de un intento de golpe de Estado, ¿ fue así?
Sí, existió todo un aparataje previo, el cual lo estuvieron ‘cocinando’ por muchos meses atrás.

¿Quiénes lo planificaron?
Quienes están en contra del gobierno de Moreno. Aquí no hay que darle protagonismo (al correísmo) más del que merece. La gente que está en contra del Gobierno ha venido manejando información, armando todo, buscando el momento preciso. Todo fue debidamente calculado. (AGO)

La Asamblea Nacional, durante 11 días de manifestaciones, se mantuvo prácticamente en silencio. Ahora quiere fiscalizar los hechos para encontrar responsables. El martes, en el Pleno, los legisladores vertieron acusaciones sobre quiénes estarían detrás de la desestabilización. Sin embargo, también hubo una posición de mirar casa adentro.

Esa fue la postura de la asambleísta del oficialismo y primera vocal del Consejo de Administración Legislativa, Ana Belén Marín, quien en entrevista con La Hora hizo una valoración del trabajo de la primera Función del Estado, de los procesos de diálogo del Gobierno y la participación del correísmo.

¿Hubo una Asamblea ausente durante las protestas?
Se sintió la ausencia, porque no hubo Pleno, porque no se evidenciaron las reuniones de las bancadas. La mejor decisión era no sesionar. No podíamos ser uno de los promotores del caos. Pero también hay que hacer un mea culpa. ¿Realmente estamos aprobando leyes en beneficio de los más vulnerables? Aparentemente, no. Ese fue el detonante para que el sector indígena lidere las manifestaciones.

¿No se han aprobado las leyes que requiere el país?
Nos estamos enfocando en cosas distintas. Hemos tratado el tema de corrupción, pero en el tema económico, con la Constitución, tenemos muchas limitaciones. No es un trabajo solo de la Asamblea, es un trabajo con el colegislador, el Ejecutivo. Nosotros no podemos hacer propuestas económicas.

¿Fue un error el Decreto 883?
El decreto no es un error. El error grave es cómo se lo hizo, sin socializar. Si se daba antes, inclusive los sectores indígenas hubieran cedido en el 50%.

El Presidente tiene una política de diálogo, pero algunos de sus subalternos hacen un diálogo unilateral y en temas sensibles se ha evitado dialogar para no tener un enfrentamiento, por temor al rechazo.

Han sido dos años de diálogo, ¿qué pasó?
En algunos temas hay acciones claras, en otros evidentemente, no, y la gente se cansó. Hay que separar los diálogos productivos y los que no han dado resultados. El problema puede ser de quien estuvo liderando o que no hay la predisposición para ceder.

El Gobierno busca instaurar la tesis de un intento de golpe de Estado, ¿ fue así?
Sí, existió todo un aparataje previo, el cual lo estuvieron ‘cocinando’ por muchos meses atrás.

¿Quiénes lo planificaron?
Quienes están en contra del gobierno de Moreno. Aquí no hay que darle protagonismo (al correísmo) más del que merece. La gente que está en contra del Gobierno ha venido manejando información, armando todo, buscando el momento preciso. Todo fue debidamente calculado. (AGO)

La Asamblea Nacional, durante 11 días de manifestaciones, se mantuvo prácticamente en silencio. Ahora quiere fiscalizar los hechos para encontrar responsables. El martes, en el Pleno, los legisladores vertieron acusaciones sobre quiénes estarían detrás de la desestabilización. Sin embargo, también hubo una posición de mirar casa adentro.

Esa fue la postura de la asambleísta del oficialismo y primera vocal del Consejo de Administración Legislativa, Ana Belén Marín, quien en entrevista con La Hora hizo una valoración del trabajo de la primera Función del Estado, de los procesos de diálogo del Gobierno y la participación del correísmo.

¿Hubo una Asamblea ausente durante las protestas?
Se sintió la ausencia, porque no hubo Pleno, porque no se evidenciaron las reuniones de las bancadas. La mejor decisión era no sesionar. No podíamos ser uno de los promotores del caos. Pero también hay que hacer un mea culpa. ¿Realmente estamos aprobando leyes en beneficio de los más vulnerables? Aparentemente, no. Ese fue el detonante para que el sector indígena lidere las manifestaciones.

¿No se han aprobado las leyes que requiere el país?
Nos estamos enfocando en cosas distintas. Hemos tratado el tema de corrupción, pero en el tema económico, con la Constitución, tenemos muchas limitaciones. No es un trabajo solo de la Asamblea, es un trabajo con el colegislador, el Ejecutivo. Nosotros no podemos hacer propuestas económicas.

¿Fue un error el Decreto 883?
El decreto no es un error. El error grave es cómo se lo hizo, sin socializar. Si se daba antes, inclusive los sectores indígenas hubieran cedido en el 50%.

El Presidente tiene una política de diálogo, pero algunos de sus subalternos hacen un diálogo unilateral y en temas sensibles se ha evitado dialogar para no tener un enfrentamiento, por temor al rechazo.

Han sido dos años de diálogo, ¿qué pasó?
En algunos temas hay acciones claras, en otros evidentemente, no, y la gente se cansó. Hay que separar los diálogos productivos y los que no han dado resultados. El problema puede ser de quien estuvo liderando o que no hay la predisposición para ceder.

El Gobierno busca instaurar la tesis de un intento de golpe de Estado, ¿ fue así?
Sí, existió todo un aparataje previo, el cual lo estuvieron ‘cocinando’ por muchos meses atrás.

¿Quiénes lo planificaron?
Quienes están en contra del gobierno de Moreno. Aquí no hay que darle protagonismo (al correísmo) más del que merece. La gente que está en contra del Gobierno ha venido manejando información, armando todo, buscando el momento preciso. Todo fue debidamente calculado. (AGO)

La Asamblea Nacional, durante 11 días de manifestaciones, se mantuvo prácticamente en silencio. Ahora quiere fiscalizar los hechos para encontrar responsables. El martes, en el Pleno, los legisladores vertieron acusaciones sobre quiénes estarían detrás de la desestabilización. Sin embargo, también hubo una posición de mirar casa adentro.

Esa fue la postura de la asambleísta del oficialismo y primera vocal del Consejo de Administración Legislativa, Ana Belén Marín, quien en entrevista con La Hora hizo una valoración del trabajo de la primera Función del Estado, de los procesos de diálogo del Gobierno y la participación del correísmo.

¿Hubo una Asamblea ausente durante las protestas?
Se sintió la ausencia, porque no hubo Pleno, porque no se evidenciaron las reuniones de las bancadas. La mejor decisión era no sesionar. No podíamos ser uno de los promotores del caos. Pero también hay que hacer un mea culpa. ¿Realmente estamos aprobando leyes en beneficio de los más vulnerables? Aparentemente, no. Ese fue el detonante para que el sector indígena lidere las manifestaciones.

¿No se han aprobado las leyes que requiere el país?
Nos estamos enfocando en cosas distintas. Hemos tratado el tema de corrupción, pero en el tema económico, con la Constitución, tenemos muchas limitaciones. No es un trabajo solo de la Asamblea, es un trabajo con el colegislador, el Ejecutivo. Nosotros no podemos hacer propuestas económicas.

¿Fue un error el Decreto 883?
El decreto no es un error. El error grave es cómo se lo hizo, sin socializar. Si se daba antes, inclusive los sectores indígenas hubieran cedido en el 50%.

El Presidente tiene una política de diálogo, pero algunos de sus subalternos hacen un diálogo unilateral y en temas sensibles se ha evitado dialogar para no tener un enfrentamiento, por temor al rechazo.

Han sido dos años de diálogo, ¿qué pasó?
En algunos temas hay acciones claras, en otros evidentemente, no, y la gente se cansó. Hay que separar los diálogos productivos y los que no han dado resultados. El problema puede ser de quien estuvo liderando o que no hay la predisposición para ceder.

El Gobierno busca instaurar la tesis de un intento de golpe de Estado, ¿ fue así?
Sí, existió todo un aparataje previo, el cual lo estuvieron ‘cocinando’ por muchos meses atrás.

¿Quiénes lo planificaron?
Quienes están en contra del gobierno de Moreno. Aquí no hay que darle protagonismo (al correísmo) más del que merece. La gente que está en contra del Gobierno ha venido manejando información, armando todo, buscando el momento preciso. Todo fue debidamente calculado. (AGO)