La tradición oral herencia de los pueblos mantiene viva la historia aún en nuestros días.
Redacción TULCÁN
“Nosotras llevamos la rebeldía en la sangre”, fueron las palabras de Zoila María Hernández mientras rememoraba la cruenta batalla del histórico 26 de mayo de 1971 en la ciudad de Tulcán. El pueblo se levantó en protesta y conflicto en contra del presidente de aquel entonces José María Velasco Ibarra, por un decreto de cobrar un rubro de dos sucres para pasar por el puente de Rumichaca.
Ayer a las 08:00 se desarrolló un evento cívico para conmemorar los 48 años de aquel histórico 26 de mayo, el evento fue organizado por la Municipalidad de Tulcán en el conocido ‘Redondel del Civismo’ ubicado entre las calles Veintimilla y Av. Centenario. Al lugar asistieron autoridades civiles y militares, el alcalde Cristian Benavides y algunas de las personas que fueron parte de aquella reyerta.
Las voces de quienes estuvieron allí
Con una sonrisa amable y un temple brillante, doña Zoila Hernández narraba con tal precisión los hechos de aquella guerra civil desatada en la ‘Puerta Andina del Ecuador’. Su accionar se desarrolló en tres escenarios; en aquel entonces ella vivía en el barrio ‘Las Lajas’. “Yo tenía una tienda y por donde vivía había la única calle que llegaba hasta el aeropuerto, con los vecinos hicimos dos zanjas en esa calle empedrada para obstaculizar el paso de los camiones que transportaban a los paracaidistas”.
Además participó en la fortificación de la trinchera ubicada en las calles Olmedo y Boyacá (antigua mutualista), Doña Zoila indicó que en ese tiempo el municipio se estaba construyendo, agarró junto a otras compañeras varios costales de arena y los llevaron hasta ese lugar; “allí había mucha bala y las mujeres no podíamos estar en ese momento, mi esposo estuvo en ese sitio”.
Por otro lado el 27 de mayo esta ‘dama guerrera’ participó de una manifestación en contra de la consigna de llevar a los hombres presos a los cuarteles en Ipiales para que sean torturados. “Querían dejar a la ciudad solo con mujeres, adolescentes y personas de la tercera edad. Como mujeres estuvimos indignadas por esta consigna de que se llevaran a nuestros combatientes a ser torturados y sacamos a las mujeres de los mercados Central y San Miguel para que se sumen a nuestra propuesta”. Finalmente señaló que la lucha no solo se da en las guerras sino también en la ciudad con las injusticias que suceden.
Esperanza Sánchez vecina de Doña Zoila participó también de esta narración histórica, relató que “la ciudad estuvo incomunicada alrededor de 12 días, las mujeres estuvimos presentes lanzando piedras mientras los hombres combatían con las armas”.
Ayudando a los opresores
Entre tanto Luis Rosero Navarrete felicitó al actual alcalde de la ciudad por realizar este evento cívico en conmemoración de aquella fecha histórica. Con una grave y firme voz Don Luis comenzó su relato, “yo estuve en la trinchera de la Olmedo y Boyacá, la balacera iba desde allí hasta la clínica Tulcán. El gestor para entregarnos el armamento de los estancos fue Hugo Villarreal”.
Esta fecha cívica es considerada para Don Luis como ‘imborrable’, manifestó que no es la primera lucha que mantuvo el pueblo tulcaneño en contra de los malos gobiernos. “Este ejemplo de civismo mientras vivamos nunca se borrará de nuestras mentes”, sentenció. (APRN)
El dato
En la protesta generada para liberar a los presos de los cuartes en Ipiales, Doña Zoila manifestó que las mujeres de los entonces alcalde y prefecto no participar por temor a las represalias.