‘La guerra contra el narcotráfico está perdida’

PERSONAJE. Arturo Torres fue editor general de Diario El Comercio. Hoy dirige el portal Código Vidrio. En diálogo con La Hora abordó temas de frontera, algunos enfocados en Tobar Donoso (Carchi).
PERSONAJE. Arturo Torres fue editor general de Diario El Comercio. Hoy dirige el portal Código Vidrio. En diálogo con La Hora abordó temas de frontera, algunos enfocados en Tobar Donoso (Carchi).

Tulcán

El 12 de mayo del 2018 desapareció el cabo segundo Wilson Ilaquiche en el poblado de Tobar Donoso, provincia del Carchi. Casi 10 meses después, el soldado fue encontrado por casualidad en la morgue de Tumaco, en Colombia, por sus familiares. Las dudas que surgen alrededor de este caso aumentan con los días. ¿Cuánto tiempo estuvo secuestrado Ilaquiche? ¿Se negoció su liberación con el Gobierno? ¿Por qué el Ejército Ecuatoriano lo dejó abandonado?

Una semana después de que los restos del soldado regresarán al Ecuador, Diario La Hora conversó con el periodista y escritor Arturo Torres, quien investiga la problemática fronteriza a detalle y publicó dos libros sobre este tema: ‘El juego del camaleón’ y ‘Rehenes’.

¿A Wilson Ilaquiche lo secuestró el frente Oliver Sinisterra, liderado por alias ‘Guacho’, en Carchi?

De todas las evidencias que tenemos, sí. Todo apuntaba a que el frente realizaría atentados, secuestros y asesinatos. Lo que ocurrió, pasó en ese contexto. Toda la frontera era peligrosa, especialmente Esmeraldas, Carchi y Tobar Donoso, que es la zona ocupada por los disidentes.

Informes de inteligencia dicen que se pagaba a los disidentes por matar a gendarmes. ¿Esta fue la causa para el plagio y asesinato de Ilaquiche?

Ese dato circulaba y lo conocían las autoridades. Se había ofrecido una paga entre 8.000 y 10.000 dólares por la cabeza de cada soldado. Por eso los militares y policías estaban con muchas precauciones. Tenían mucho miedo en las zonas de influencia del frente.

Cuando desapareció Ilaquiche, no se habló de quién fue el responsable. Hubo mucho hermetismo en el caso. ¿Fue prudente esta medida?

Se invisibilizó y es un error no haber dicho que los principales sospechosos del secuestro eran gente del Frente Oliver Sinisterra. Hay una lógica de silencio que, lo único que hace, es conspirar en contra de la vida del soldado.

Con este mutismo, se abrieron más dudas alrededor del caso. Por ejemplo, que el soldado no fue asesinado el día de su plagio.

Según el último informe forense, el asesinato se produjo el 25 de mayo, y no el 12, cuando fue secuestrado. Parece que estuvo 13 días retenido. Este es otro dato que hay que investigar.

Las versiones oficiales sobre los plagios realizados por el grupo de ‘Guacho’ han sido dudosas. ¿Por qué deberíamos creer lo que dice el Gobierno sobre el caso de Ilaquiche?

Hay que entender una cosa: el Gobierno y la Fiscalía han tratado de descontextualizar los casos. Los analizaban por separado. No decían que había una continuidad y era consecuencia de una estrategia sistemática del Frente Oliver Sinisterra. Los hechos prueban que están conectados.

Estas versiones oficiales también culpan a la víctima.

Eso significa que les están revictimizando. No solo a los que fallecieron, sino a los familiares.

En el caso de Ilaquiche, el Ejército incluso lo acusó de desertor.

Según la información oficial, él salió con sus compañeros del destacamento, mientras estaba ‘franco’, sábado en la noche. Estuvieron jugando billar y ahí lo secuestraron. Demos por sentado de que hubo una irresponsabilidad del soldado, digamos que es así, pero luego el Ejército no hizo nada para buscarle. Les dejaron solos a los familiares.

Esto también es una constante en los casos que ocurrieron en la frontera.

Sí. Las familias están solas. Por eso denuncian al Estado, porque es negligente y no entrega la información que debe dar. Este es un patrón sistemático que repite el Estado y el Gobierno en estos casos: falta de información. Les piden, además, que no denuncien nada, que estén en silencio. Al final esa estrategia fracasó porque todo acabó en la muerte de las víctimas. Sin embargo, veo que el Gobierno no aprendió nada sobre este tema.

En ‘Rehenes’ se aborda el caso del soldado Ilaquiche. ¿A qué conclusiones se llegaron?

Hay una línea argumental en la cual decimos que todos los casos están conectados. Y tienen un denominador común: fue parte de la estrategia del Frente Oliver Sinisterra. En el libro vemos todo el proceso. No nos quedamos en un caso, mostramos que todas estas conexiones y descoordinaciones son las que indirectamente causaron las muertes.

¿Se pueden volver a repetir estos casos de plagio y asesinato en la frontera?

Hay un alto riesgo de que vuelva a ocurrir. El Centro de Inteligencia Estratégica (CIES), que reemplazó a la Senain, sigue politizado. No tiene orientación para recopilar la información que les proporciona la inteligencia militar y policial. Tenemos un CIES totalmente debilitado, que ha tenido cuatro jefes en un año. El país sigue ciego porque el máximo organismo de inteligencia no tiene un norte claro.

¿Cuál es el estado actual de los poblados fronterizos?

Siguen secuestrados por grupos delictivos y el Gobierno es incapaz de solucionar el problema, porque se enraizó durante décadas en zonas abandonadas por todos los gobiernos de turno.

¿Es prudente tener a soldados en territorios aislados, sin garantías para la integridad de su seguridad?

Lo de Tobar Donoso es una muestra de lo que está ocurriendo. El destacamento está en una loma. Los soldados no salen de ahí. Casi no se mueven porque tienen miedo. Saben que, cualquier rato, pueden ser emboscados. En el pueblo hay informantes del Frente Sinisterra. Después de lo que pasó con el soldado Ilaquiche, son más rehenes. Ellos saben que son las disidencias quienes controlan la zona. Eso es lo grave.

En su libro se recoge que el 21 de marzo ‘Guacho’ le declaró la guerra al Ecuador. Un año después de este ultimátum, ¿a qué conclusiones llegó?

La guerra contra el narcotráfico está perdida. Todo lo que hagan los gobiernos de Ecuador y Colombia para enfrentar a esas disidencias, por la fuerza, será un fracaso, como lo ha sido hasta ahora. Si no se articula una política distinta, que tenga aristas que complementen un enfoque mucho más global e integral, nos vamos para el precipicio.

Hace unos días, llegaron personas desplazadas a Palma Real que huían del conflicto armado. Estamos en una escalada de enfrentamientos en el lado colombiano. Se viene, además, el tema de glifosato, las fumigaciones. Y eso nos golpea directamente. Nosotros no estamos preparados para recibir estos problemas. Hay que recordar que cerca del 50% de los disidentes del Frente Oliver Sinisterra son ecuatorianos. Entonces, van a encontrar refugio en Ecuador.

Ese es un escenario complejo para el país. Y no se entiende que no es un problema militar o policial. Es un problema social, que tiene que ser solucionado con un plan a mediano y largo plazo. (PTEG)

La Comisión Ocasional de la Asamblea Nacional, para atender los casos de personas desaparecidas, resolvió convocar a los ministros Oswaldo Jarrín y José Valencia, y a la fiscal general Ruth Palacios para que presenten información sobre las circunstancias de desaparición y asesinato del cabo segundo Wilson Ilaquiche.

La propuesta sobre el tema la expuso la asambleísta Marcela Holguín, quien recordó que el ministro Jarrín acudió a la mesa legislativa el 18 de octubre de 2018, en cuya ocasión aseguró que habían agotado todos los recursos para dar con el paradero del militar.

Fragmentos de ‘Rehenes’

“Se movía como un espectro entre las tumbas. En medio de las sombras, se escondía entre los muertos mientras huía de los vivos. Guacho se encomendaba a la protección de una bruja para camuflarse en la selva, esteros y ríos fronterizos. Para que las balas no lo alcanzaran llevaba amuletos, estaba ‘rezao’”.

“El primer día del viaje el periodista visitó Tobar Donoso por primera vez. Es una parroquia de Carchi, pero de territorio ecuatoriano, solo el nombre. Se llega en helicóptero o en un viaje de dos horas por lancha, desde Llorente, que es una zona de compra y venta de cocaína, donde domina el Frente Oliver Sinisterra.”

“El peso colombiano es la moneda común en ese lugar (Tobar Donoso): el dólar asusta a los pobladores, acostumbrados a abastecerse de alimentos, bebidas, cerveza y hasta información proveniente de Colombia”.

“Se conoció el asesinato del exteniente político (de Tobar Donoso), Robinson Chugá, acribillado por 12 disparos y abandonado en el lecho del río internacional Mira-San Juan”.

“La zona (Tobar Donoso) estaba tomada por la guerrilla desde hace décadas. Cuando empezó el Gobierno de Rafael Correa, a la ministra de Defensa, Guadalupe Larriva, los militares le llevaron en helicóptero a este punto de la geografía para que evidenciara la gravedad del problema y lo expuestos que estaban en esa zona tan alejada. Larriva falleció en un accidente días más tarde”.