Aún hay mucho por delante

El Ejecutivo hizo 66 objeciones a la Ley de Fomento Productivo, Atracción de Inversiones y Estabilidad y Equilibrio Fiscal que la Asamblea Nacional aprobara hace un mes. El veto presidencial parece llamar a los legisladores a un aterrizaje en la realidad de nuestra economía, a la que abruma un fuerte endeudamiento público y una recesión difícil de disimular.

El Presidente y su equipo económico buscan no afectar los programas en beneficio de los sectores más desprotegidos y generar empleo mediante una gradual reactivación económica y productiva. En presentaciones ante la prensa, miembros del equipo han señalado que los resultados de los cambios que generará la Ley comenzarán a verse en un año, sobre todo en la reducción de la pobreza.

Cuando se habla, como lo hace el veto, de nuevas reglas para acceder a los incentivos para la inversión, el Banco Central, los bonos y flexibilización macrofiscal se procura, en lo político, poner orden a los devaneos populistas de izquierda y de derecha del legislativo. Las objeciones al documento hechas por el Ejecutivo buscan estabilizar la economía con la “puesta del hombro” tanto del Estado como del gobierno.

Esta segunda ley en materia económica del régimen de Lenín Moreno quiere “poner la casa en orden”; pero, ¿acaso un parlamento tan fraccionado querrá hacerlo a la manera del espíritu del veto? El proceso de reducción del tamaño del Estado, bandera de los sectores de derecha, está en marcha, pero no es la “varita mágica” para enderezar la economía y lograr un Estado eficiente. Aún hay mucho por delante.


¿Uno que no sepa gobernarse a sí mismo, cómo sabrá gobernar a los demás?” Confucio Filósofo chino (551 AC-478 AC)El gobierno no se ha hecho para la comodidad y el placer de los que gobiernan”. Conde de Mirabeau Político, escritor y orador francés (1749-1791)