Democracia totalitaria

Carlos Freile

El título de este artículo parece un oxímoron: existe manifiesta contradicción entre sus dos elementos. Sin embargo se ha dado y se da, como en el viejo cantar que, con su punta de racismo, afirmaba: “El buho grazna / y el indio muere, /parece chanza / pero sucede”. No se trata de las mal llamadas “democracias populares”, con su tosco pleonasmo, sino de sociedades aparentemente maduras y respetuosas de las diversas opiniones, o por lo menos tolerantes con ellas. En España, el Partido Socialista y Ciudadanos, dos entidades presuntamente democráticas, se hallan preparando un proyecto de ley sospechoso, por decir lo menos; los datos han aparecido en medios liberales de la Península.

Estos señores pretenden reformar la ya tendenciosa Ley de la Memoria Histórica para impedir que se escriba, se enseñe, se defienda, por cualquier medio y en cualquier circunstancia una versión de la Guerra Civil y, como es lógico, de la Dictadura, diferente a la oficial, totalmente favorable a los republicanos y a sus reales o supuestos herederos.

No se trata de rasgarse las vestiduras por la prohibición de poder cantar alabanzas a Franco; el asunto se centra en la libertad de pensamiento y de expresión. El catedrático universitario que narre, aunque no censure, por ejemplo, los asesinatos cometidos por los republicanos antes del golpe militar, podrá ser retirado de su cargo. Supongamos que en el párrafo anterior hubiese escrito Levantamiento Nacional, en lugar de golpe, este artículo podría ser censurado y su autor castigado.

Claudio Sánchez Albornoz, republicano a muerte, afirmaba que “los hechos no son la Historia, pero no puede hacerse Historia presciendiendo de ellos”; la versión oficial de la historia española se ha encargado de silenciar esos asesinatos y también los cometidos por los seguidores del Frente Popular después del 18 de julio de 1936; sacarlos a luz será ilegal. Pero lo más grave es el intento de impedir la libre expresión de las ideas: se impondría una visión unilateral y tendenciosa del pasado. Los proponentes se consideran democráticos (!).

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