En Carchi, los shamanes son una alternativa de la medicina popular y tradicional

Formación. Para ser un shamán debe seguir ciertas normas sobre prácticas, alimentación y preparación para el uso del sahumerio, yage o la ayahuasca.
Formación. Para ser un shamán debe seguir ciertas normas sobre prácticas, alimentación y preparación para el uso del sahumerio, yage o la ayahuasca.

TULCÁN

La medicina popular y tradicional es uno de los saberes de la cultura, ya que es la primera respuesta que tiene la familia frente a la enfermedad, a través del uso de plantas medicinales, piedras, entre otros elementos.

Los sobadores, curanderos, taitas, son parte de esta sabiduría. “En la pirámide de los saberes tradicionales están los shamanes, que son médicos con capacidades de comunicarse con la divinidad, es decir médicos con características espirituales y religiosas”, explica el antropólogo Ramiro Cabrera.

Ubicación

En Carchi son identificados en la comuna indígena Pasto “La Libertad”, en el cantón Espejo; en la Reserva Indígena Awá; entre otras; no siendo esta provincia ajena al shamanismo.

En Tulcán, varios profesionales de la antropología, sociología y gestores culturales han incursionado en la investigación de esta tradición popular. Desde hace varios meses son parte de un proceso de formación en la comuna Los Pastos, en el sector Las Cruces, a pocos kilómetros de Ipiales.

Allí, se reúnen cerca de 40 carchenses que están inmersos en estos temas que son liderados por shamanes amazónicos y andinos, que han logrado durante varias décadas un gran aprendizaje de forma autodidacta.

Tendencia

Cabrera comenta que este tema es tendencia en pleno siglo XXI, razón por la que muchos mestizos han optado por estudiar y rescatar la ritualidad indígena. “Los líderes indígenas a través de estos procesos de capacitación e intercambio de saberes quieren rescatar la vivencia ancestral”, agrega.

DATO
Los principiantes consideran que es importante compartir experiencias a través del vasto aprendizaje que tiene un shamán, que generalmente su edad oscila en los 70 años.El conocimiento shamánico viene siendo validado por la ciencia y la Constitución del 2.008, que acepta a la medicina intercultural como un derecho de las comunidades a preservar sus saberes a través de una alternativa de salud, posibilitando en algunas comunidades la presencia de los consultorios tanto del médico como del shamán.

Utiliza el sonido con base a los cánticos espirituales, vibraciones, plantas sagradas que tienen ingredientes activos y producen visiones para curar, posibilitando una introspección del paciente para buscar paz y restablecimiento.

“En las comunidades frente a un cuadro de enfermedad viene una limpia y luego puede venir la atención del médico”, señala Ramiro Cabrera, quien sostiene que las enfermedades que no han tenido respuestas con los médicos profesionales buscan otras posibilidades.

En las reuniones mensuales que se vienen efectuando en Las Cruces con taitas amazónicos participan entre 80 y 100 personas de Colombia y Ecuador, donde analizan que hay un espectro de enfermedades que la medicina occidental aún no puede tratar.

Aclara el antropólogo Cabrera, que hay ocasiones en las que los pacientes tienen problemas espirituales, anímicos o sicológicos, siendo necesario un reencuentro de ellos con la naturaleza o con el creador, que va más allá de una pastilla. “Para el pasmo no hay médico que cure este mal”, cita como ejemplo. (CMRV)