Santo Domingo de los Tsáchilas, la penúltima provincia ecuatoriana más joven, se apresta a celebrar sus 17 años de provincialización, como epílogo de una lucha de algo más de 42 años. Enclavada en el subtrópico occidental de la cordillera de los Andes, goza de una ubicación privilegiada con una altitud que fluctúa entre los 500 y 750 msnm. Además, es el punto de conexión de todas las regiones del país. Todos pasan alguna vez por Santo Domingo.
Al estar todavía en un proceso de consolidación, enfrenta problemas propios de su crecimiento. Se requieren vías, servicios básicos, mejor educación, facilidades e infraestructura para comerciantes, emprendedores y agricultores, además de una real red de asistencia y protección a los habitantes vulnerables y al medio ambiente. Pese a los grandes esfuerzos de la fuerza pública, no cesa la violencia y la inseguridad.
La provincia es un punto neurálgico para todo Ecuador. Alberga el proyecto hidroeléctrico Toachi–Pilatón, iniciado hace más de 12 años, sin que hasta la fecha haya concluido su construcción. El proyecto opera al 25%, y su pronta culminación es vital para los santodomingueños y el país.
La pujanza y laboriosidad de su gente, a veces huérfanos de apoyo y respaldo de las autoridades, avanza en la senda del crecimiento; Santo Domingo de los Tsáchilas nunca se detiene.
“¡Tierra excelsa en titánico brío en el campo, la ciencia y las artes, esperanza que ufana compartes y que siempre nos vuelve hasta ti!”, dice nuestro himno, señalando el norte.
En este nuevo aniversario, LA HORA rinde homenaje a su gente y a nuestros lectores, y renueva su compromiso de acompañar a los santodomingueños en sus anhelos por construir una provincia próspera y de paz.