¿El huevo o la gallina?

El refrán popular de quien es primero el huevo o la gallina a nuestra política también le calza, añadiendo que la ley se aplica según el cristal con el que se mira. En estos últimos meses hemos visto el actuar de los vocales del CNE boicoteando el quorum o imponiendo por mayoría presente decisiones amañadas, ilegales y hasta inmorales, recalifican postulantes llegando al extremo de tener 18 candidatos presidenciales y no sabemos hasta cuándo. Esto es producto del sistema electoral creado exprofeso, Constitución 2008 Cap. Sexto define al CNE con 2 art; al TCE con 2 art y una tercera sección decide cómo y a quienes juzgarlos. La Ley Electoral permite vocales mayores de edad, alfabetos sin ningún otro requisito.

Pero qué es primero: los malos vocales o los malos candidatos. Explico con el refrán. Los gallos cacarean a la distancia y los vocales del CNE como gallinas viejas quieren poner sus huevos, pero ellas deben salir de otro huevo, el CPCCS que a su vez reventó de un huevazo creado por las gallinas sabidas del Congreso y cuando hay pleito entre ellas interviene el TCE cual gallinazos que aguardan a los cadáveres políticos por descalificación y controlan a las gallinas del CNE, que deben empollar y seleccionar a los pilluelos que se convertirán en las gallinas sabias del Congreso, que pondrán un nuevo huevazo, y, se repetirá el círculo vicioso, porque el gallo escapado sigue cantando y quiere a sus pilluelos en el CNE, TCE, CPCCS, y Contraloría.

Todos enfocados en la deuda externa, en la pandemia y sus muertos, en los robos en los hospitales, en eliminar el CPCiudadana, en bicameralidad, mientras las gallinas viejas siguen empollando huevos doble yema para las elecciones más grotescas desde 1945; ¿esperan que a ellas también les condecoren por buenas ponedoras?. Fue un gran error proponer no elegir a buenos ciudadanos en el CPCSC transitorio, nos hubiesen evitado el descontrol de las vocales obedientes y la sapada de vocales políticos.

Los ciudadanos honestos debemos preparar los mecanismos para reformar esta relación destructiva mejorando la manoseada Ley Electoral y con Vocales a gente de honor; que el TCE desparezca porque no podemos pasarnos todo el año en juicios electorales. Cambiemos esa dicotomía rompiendo los huevos para no tener a los mismos gallos, gallinazos y gallinas, que en la próxima Asamblea se encargarán de impedir estos cambios urgentes para perennizarse en el poder político, económico, judicial, militar y policial.

Iván Mena Guerrero

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