La generación de empleo quedó en el discurso y un Gobierno sin una hoja de ruta puede enfrentar una severa crisis social y económica en 2023

DESOLADOR. Cada vez son más frecuentes las largas filas de solicitantes de empleo.
DESOLADOR. Cada vez son más frecuentes las largas filas de solicitantes de empleo.

El PIB del país terminará 2022 será menor que en 2014. Eso genera un impacto directo en las oportunidades laborales.

El ministro de Economía, Pablo Arosemena, durante varias entrevistas públicas de los últimos días, ha señalado que el “Gobierno de Guillermo Lasso está poniendo en ON a la economía”, que se registran cifras récord de ventas y que eso es una evidencia incuestionable de reactivación.

Ese optimismo y las cifras positivas del país no cuentan la historia completa, pues incluso con el aumento en las ventas, el Producto Interno Bruto (PIB), o el tamaño de la economía, será mayor a la 2019; pero no llega a los niveles que el país tenía en 2014.

En otras palabras, hasta diciembre de 2022, con más Población Económicamente Activa (PEA), con más necesidades sociales y laborales, la economía nacional se quedará rezagada casi 9 años en su desarrollo y generación de riqueza.

El resultado, según Carlos Villavicencio, economista y consultor empresarial, es que las cifras de empleo pueden empeorar y convertirse en el detonante de una crisis social en 2023.

“Si bien el actual Gobierno heredó una situación en declive desde que se acabó el segundo boom petrolero, ha tomado, en el mejor de los casos, acciones a medias para incentivar la inversión y mejorar las condiciones de producción. El ministro Arosemena resalta que en el último año se ha incrementado 116.000 empleos adecuados; pero al mismo tiempo se dispara el número de Ninis en ciudades como Guayaquil y tenemos 275.532 informales más en el mercado laboral”, puntualizó.

Este escenario es como una bomba de tiempo que no solo puede aumentar los niveles de criminalidad e inseguridad, sino que pone a la mayoría de la población, con un sustento precario, en manos de populismos políticos de todo tipo.

La falta de gestión y de resultados concretos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, ya habían despertado las alarmas de multilaterales y bancos de inversión extranjeros en mayo de este 2022.

Como analizó LA HORA, en una nota titulada ‘Las políticas de Lasso aún no convencen a los inversionistas’, sin reformas de fondo, con baja ejecución presupuestaria y sin mejoras en la productividad, el cambio de modelo económico se está volviendo una anécdota y un paréntesis en el manejo populista de siempre en Ecuador.

‘Reforma o cuento chino’

Teresa Chávez, economista y emprendedora, puntualizó que, luego del fracaso de la macro Ley de Oportunidades, el Gobierno de Lasso no ha establecido una hoja de ruta clara de cómo pretende mejorar las condiciones de contratación y facilitar la creación de empresas en el país.

“El ministro de Trabajo, Patricio Donoso, solo se ha limitado a repetir, cada cierto tiempo, que dialoga con todo el mundo; pero no se sabe de ninguna estrategia concreta. La famosa reforma laboral está en el último cajón de las prioridades. Ni siquiera se hacen esfuerzos para que el tema se posicione en el debate nacional”, dijo.

Además, aunque ahora se habla de darle salida a las reformas vía consulta popular, las autoridades ni siquiera han hecho el trabajo previo para que eso tenga al menos mínimas posibilidades de éxito.

Ese trabajo previo, de acuerdo con lo que explicó, Ider Salgado, presidente de SD abogados y docente de la Universidad Internacional SEK (Unisek), tenía que ver con impulsar cambios concretos mediante decretos presidenciales y normas secundarias para simplificar procesos, trámites y abaratar los costos de contratación.

Esos cambios han estado siempre en manos del Gobierno, y requieren voluntad política, pero no se ha avanzado nada al respecto.

Por su parte, Santiago García, presidente del Colegio de Economistas de Pichincha y docente universitario, denuncia que la inacción es compartida con la Asamblea y, en general, con toda la clase política nacional. Las mejoras relativas en los niveles de empleo adecuado se han hecho a pesar de los políticos.

Ni siquiera se han concretado cambios que se consensuaron durante el anterior Gobierno de Lenín Moreno como la eliminación del recargo del 35% por contratos temporales o la flexibilización de la semana laboral. (JS)

Entre los empresarios cunde la preocupación

Durante una de sus últimas declaraciones públicas, Mónica Geller, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), apunta que existe un gran sector de la población que se siente desatendido y golpeado. Agregó que eso es el caldo de cultivo para los más peligrosos populismos como pasó en las protestas de junio de 2022.

“Hay problemas de fondo que deben ser atendidos en el Ecuador”, puntualizó. Aunque aclaró que la mala situación no solo es responsabilidad del actual Gobierno, sino de malos manejos durante los últimos años.

Sin embargo, Geller sí responsabilizó a la administración de Lasso por la pésima ejecución para hacer obras que impacten en la realidad de los más pobres. Además, recalcó que medidas como la reforma tributaria han golpeado a un sector productivo que ha hecho esfuerzo por mantener su infraestructura y sus puestos de trabajo.

Evolución del empleo adecuado

Porcentaje sobre la Población Económicamente Activa
Periodo Porcentaje
dic-14 49%
dic-15 47%
dic-16 41%
dic-17 42%
dic-18 41%
dic-19 39%
dic-20 30%
dic-21 34%
jul-22 32%
 

 

 

El empleo adecuado tiene un ingreso de al menos el salario básico y beneficios de ley