El Vicepresidente explica los pilares sobre los que se asienta el cambio en el sistema de salud

ALFRERO BORRERO
El vicepresidente del Ecuador, Alfredo Borrero.

Alfredo Borrero encontró un grave abandono en el sistema de salud. La corrupción todavía es uno de los problemas más graves por resolver. 

Alfredo Borrero es el Vicepresidente 52 del Ecuador. Es un prestigioso médico, académico y líder empresarial que acompaña al presidente Guillermo Lasso. Es la segunda autoridad política más importante del país y está encargado de un asunto de real magnitud: la salud.

El Estado tiene una deuda histórica con los ecuatorianos en ese ámbito. Es una realidad. Pero para el cambio, dice el Vicepresidente, se han tomado en cuenta las mayores preocupaciones de los ciudadanos para empezar una cruzada y arreglar el sistema desde dentro.

Así, ha establecido cuatro pilares en los que se apoya para brindar mayor acceso a la atención en salud, mejorando, al mismo tiempo, la calidad. El médico, con más de 40 años de experiencia, diagnostica y aplica la receta.

El Vicepresidente atendió a este Diario en su despacho, ubicado en el corazón del Centro Histórico de Quito. Esta es la primera parte de una entrevista que duró más de un hora, donde aborda la Salud. La segunda parte, que se publicará mañana, Alfredo Borrero se refiere exclusivamente a la tensión política que atraviesa el Ecuador.

P. La vacunación se concretó. Es el mayor logro de este gobierno, pero para muchos no es suficiente. ¿Cómo está el país en tema de salud?

Me gustaría iniciar la pregunta haciendo una referencia al tema de vacunación. Porque yo creo que tenemos que vivir de la historia. Es decir, no podemos saltarnos los episodios del mundo porque como dicen que quien no sabe de historias está obligado a cometer el mismo error. El tema de vacunación, que se convirtió en una bandera nacional, fue una parte importante. Pero no fue todo. Quedaron vacíos los otros ejes que lamentablemente venían de antes. Ahora yo quiero ser muy claro, lo que no hemos hecho no es problema de los anteriores. Las principales debilidades o necesidades de los ecuatorianos están enmarcadas en seguridad, salud, trabajo, y luego pueden haber otras. Y para mi visión, lo más importante es la salud. ¿Por qué? Si no tengo salud yo no me puedo educar y no me puedo proteger. El Ecuador tiene un modelo de atención que es un modelo de atención de tipo curativo y no de tipo preventivo. Y el objetivo, el mío en particular, es cambiar ese sistema en el que potencialicemos los primeros segundos niveles de atención y, sobre todo, hagamos prevención.

P. Vicepresidente, eso que usted acaba de mencionar lo anunciaron gobiernos anteriores. ¿Eso quiere decir que usted no encontró ese cambio que se había prometido?

Con el Decreto mediante el cual el Presidente de la República le encarga al Vicepresidente temas de salud, encontramos situaciones. Me voy a referir a pilares fundamentales, qué es lo más sensible para los ciudadanos. Uno, medicamentos e insumos. Es decir, no existía un paracetamol en los hospitales. Cuando iniciamos la gestión de abastecimiento de los hospitales no llegaba al 40% en todo el sistema de salud. Tengo que contarles que por primera vez en la historia les sentamos alrededor de la mesa a los integrantes del Sistema Nacional de Salud. Porque antes eran islas. Es decir, el Ministerio no hacía lo que hacía el IESS. El IESS no hacía lo mismo que Fuerzas Armadas. Las Fuerzas Armadas no hacían lo que hacía la Policía. Entonces, por primera vez hablamos de un sistema nacional de salud. Así ya se establecen estándares para compras, por ejemplo. Antes, cada quien hacía lo que le daba la gana. Esta es la primera fase del diagnóstico y de una respuesta.

P. ¿Cuál es el segundo pilar?

Corrupción. Usted me va a decir: ‘Pero la corrupción sigue’. Desde luego que la corrupción sigue. Pero no los ritmos desaforados que teníamos anteriormente.

P. Vicepresidente, ¿aplaudimos por que roban menos? Eso dirán los opositores.

No, no. Tenemos que eliminar la corrupción. ¿Cómo eliminamos la corrupción? Haciendo procesos transparentes. Y colocando a gente que tiene objetivos claros y que lleva una palabra que los ecuatorianos no debemos olvidar: honestidad.

El Vicepresidente en sus visitas a Hospitales.

P. ¿Usted puede contarnos sobre denuncias que ha impulsado por casos de corrupción?

El último, por ejemplo. Está a la luz pública. Lo que pasó en el Hospital Teodoro Dávila de la provincia de El Oro. El señor Gerente le dijo a la Directora Médica: ‘recibe los equipos, porque yo quiero que reciban los equipos’. Comenzaron comprando equipos nuevos, entre comillas. Y estaban entregando los equipos viejos. Inmediatamente se procedió. El señor está en investigación de la Fiscalía. A pedido nuestro.

P. Es decir, usted trabaja de cerca con la Fiscalía General del Estado.

Sí, totalmente. Es que nosotros generamos la denuncia y la Fiscalía hace la investigación. Y después la justicia es la que declara culpable o los declara en libertad.

P. ¿Cuál es el tercer pilar?

Compras. Junto con el Sercop, a través del mecanismo de subasta inversa, hemos ahorrado 55,42 millones de dólares. ¿Por qué? Se han eliminado las compañías que anteriormente vendían con otros nombres. Es decir, una compañía, que ya tenía algún problema y cuyos antecedentes no eran los adecuados, era reemplazada por otra. Era un juego de compadres. Entonces, se ha eliminado una cantidad de oferentes de los que se tenían dudas. Esto hizo que en 11.277 órdenes de compra de ítems catalogados se ahora esa cantidad de dinero. La subasta inversa es simple: el sector reúne a los fabricantes de paracetamol y les dice: a ver tu paracetamol cuánto cuesta. Dice: Un dólar. Nosotros no aceptamos por distintas condiciones del mercado, y proponemos un precio más bajo. Ahí viene el ahorro. En medicamentos hay otro programa que nunca se ha hecho, que es el Plan Medicina Cerca.

P. ¿Cuáles son los ítems catalogados?

Esos ítems catalogados son medicinas que están cargadas en el sistema y nosotros podemos hacer una compra electrónica.

P. ¿Estos 55 millones de ahorro era lo que se llevaba la corrupción?

Desde luego. Pero una parte de toda la corrupción.

P. Una pequeña parte.

Exactamente. La otra parte de la corrupción venía en que luego de la compra, no se sabía si los medicamentos estaban caducados, si tenían un tiempo cercano a la caducidad. Ahora bien, el programa Medicina Cerca, también es una forma de luchar contra la corrupción, no de los farmaceutas, sino de algunas compañías. Ahora es que el Estado ya no compra.

P. El que una persona vaya a la farmacia privada y reciba la medicación que ofrece el Estado tampoco es nuevo, funciona en otros países. ¿De esto trata este programa?

No, hemos inventado nada. La honestidad no es que nació ayer, pues. La honestidad tiene que ser siempre. Y este programa de Medicina Cerca nació a raíz de que visitamos varios sitios cuando estuvimos en campaña y que tengo la virtud de haber dirigido un hospital en Quito. ¿Qué es lo que hemos cambiado? Que el que lleva a cargo los problemas del medicamento ya no es el Gobierno. Es decir, ya no hay bodegas de medicamentos que están caducados. O bodegas de pastillas que son talco. Para llegar a eso nos reunimos con las grandes cadenas de distribución.

P. Aquí también la crítica será que sólo con los grandes, los amigos.

No es verdad. Es que todos pueden entrar. Y voy a dar un ejemplo. En mi provincia, en mi ciudad, en Cuenca, está FarmaSol no tiene nada que ver. Y en la provincia de Manabí hay farmacias que no tienen nada que ver con las grandes cadenas. Aquí el que entra no es por compadrazgo. Aquí entra el que dice: yo le entrego el medicamento a los mejores precios, se encarga de la bodega. Si el paracetamol se le caducó no es nuestro problema, es el problema de ellos. El paciente va desde el hospital a la farmacia cercana (vamos a hacer que sea cerca de la casa), con su receta electrónica, cercana al hospital, para que pueda recibir el medicamento.

P. ¿Es decir, el Estado solamente paga por el medicamento que el paciente recibe?

Exactamente.

P. ¿Ustedes ponen la lista de precios?

Claro. Nosotros damos lista de precios. Y les damos un porcentaje en el cual tiene que ser por distribución y expendio. Porque ellos también tienen sus gastos. Es lo lógico.

P. ¿Cuál es la forma de calificarse si es una farmacia en un pueblo?

Eso es lo que queremos, que se califique.

P. ¿Cuál es la página web donde se deben calificar?

Entra a la página web medicinacerca.gob.ec. El programa va creciendo. Nosotros hemos visto que algunas farmacias no tienen el medicamento que se necesita, seguramente será una farmacia chiquita y también el Ministerio debe tener en el Centro de Salud los medicamentos, porque puede ser que esa farmacia chiquita no lo tenga.

P. ¿Cuáles son las etapas de este programa?

Tenemos tres fases para Medicina Cerca. Hay un proceso mediante el cual las compañías farmacéuticas tienen que presentar el listado de medicamentos y  vamos al precio. Entonces, antes de entregarle al paciente, la farmacia sabe que el paracetamol cuesta 0.65. Y el Ministerio de Salud acaba de pagar, y el IEES también creo que pagaron 445.000 dólares de lo que entregaron a los pacientes. En la fase tercera, que entramos en los siguientes días, ya se entregarán medicamentos genéricos en hospitales, no de tercer nivel, sino en la provincia de Los Ríos, Cañar, Galápagos otro tipo de medicamento. Es importante que se sepa que existen farmacias en el hospital. Los hospitales tienen dos tipos de farmacias: para los pacientes hospitalizados y para los pacientes de consulta externa. Las mantenemos, pero los medicamentos llegan a través de un programa de subasta inversa de compra es igual que el anterior. Lo que eliminamos es la discrecionalidad. Antes, al director del hospital se le ocurrió la maravillosa idea de comprar y nadie le decía que no. Ahora no puede hacer lo que quiera. Porque generalmente el director lo que hacía era proteger a alguien.

Alfredo Borrero al frente de un gabinete sectorial de Salud.

P. ¿La comisión?

Les quiero contar la anécdota. En junio, cuando fui al hospital del IESS Los Ceibos de Guayaquil, no me querían dejar pasar. Descubrí que habían comprado unas 10.000 prótesis de cadera. Una prótesis de cadera está entre los 3.000 o 5.000 dólares. ¿Cuántas cirugías hacían al mes? Cuatro. Yo le digo a la directora: pero, si usted hace cuatro… va a tener 40. Ahí la poca importancia en cuidar los recursos del Estado. Donde importa la negociación. Recuerde cuando compraban, en la pandemia, fundas para cadáveres en 140 dólares y costaban 12. Mejorar en honestidad un poquito no nos deja satisfechos. La mejora en honestidad tiene que ser al 100%.

P. Usted señala los pilares de lo que es más sensible. ¿Cuál es el cuarto pilar?

Hospitales. Los hospitales que estaban parados. De estos, el más emblemático es el Hospital de Pedernales. La memoria de los ecuatorianos es bien corta. Acuérdese cuando un asambleísta se llevó 8 millones de dólares, que es lo que costaba el Hospital de Pedernales. Ese hospital estaba parado porque se llevaron dos veces del presupuesto. La plata.

P. Robo sobre robo.

Robo, sobre robo. Ese hospital está terminándose en el mes de febrero. El Hospital de Durán estaba parado. Fue inaugurado y ya ha atendido más de 3.450 consultas. El Hospital de Bahía de Caráquez, Hospital de Manta. Ambos sin continuar. Entonces tenemos: Duran, Bahía de Caráquez, Manta, Pedernales.

P. ¿Hay hospitales en otras provincias más pobres y con menos votantes?

Es que no es por votación.

P. Esmeraldas…

Tenemos el H. Delfina Torres. Es un lindo hospital y es nuevo. Estaba paralizado, vamos a repotenciar. Yo visité, por eso conozco. Se hizo el hospital nuevo. Pero también estaba parado el antiguo hospital. A ese le inyectaron 12 millones de dólares para repotenciar, cuando ya iban a tener un hospital nuevo. Ese hospital repotenciado comenzó a caerse. Y nosotros le pusimos al 100% al hospital Delfina Torres. Ahí están botados 12 millones. Pero en este momento deben terminar los estudios para reabrir y hacer un centro de consulta externa. Para que haya desfogue. Porque hospitalización sí tenemos en el nuevo. El anterior Gobierno hizo el Hospital más grande de especialidades del país, que estaba en Portoviejo. Hospital de 600 camas. ¿Sabe cuántas estaban funcionando? 100.

P. ¿No había demanda?

No. ¿Cómo me meto a hacer un hospital gigantesco cuando sé que la capacidad no iba a ser la adecuada?  Nosotros hemos subido de 100 a 300, porque ya está hecha la infraestructura. Me dirán qué pasa en otras provincias. Muy bien en Alausí, el cantón más grande de Chimborazo, los pacientes son atendidos en un hospital de emergencia. Es un vagón. Ese vagón fue comprado en el 2012. Eso no está para atender pacientes. Comenzamos la construcción del nuevo hospital el 2 de enero del 2023. Tierra olvidada.

P. La crítica es que no hacen obra o que inauguran lo que otros empezaron…

Hemos terminado obras que estaban paradas y estamos haciendo obras nuevas. Sobre las poblaciones olvidadas: La Maná. La Maná ha sido una población olvidada y vamos a hacer un hospital. No nos olvidemos de otro tema: la rehabilitación y potenciación de los hospitales del IESS. De los mega hospitales de IESS que estaban botados.

El Vicepresidente en un acto de entrega de ambulancias.

P. Históricamente hay mucha preocupación por el IESS. Hay una deuda enorme, los fondos están en riesgo. Sin embargo, hay algo que no está en el debate: la red pública que atiende a más ciudadanos. ¿Qué hace el Gobierno?

Totalmente. Yo soy jubilado y durante toda mi vida laboral he aportado al IESS. Por lo tanto, no es justo que nos descuidemos de los jubilados, los que han pasado su vida trabajando y han aportado IESS. Han tomado dinero del IESS y hacerle su caja personal. Pero usted dice algo muy cierto. Nosotros tenemos que acordarnos de los pobres más pobres. Y los pobres más pobres son los que acuden al sistema de salud pública.

P. Y a veces no son ni siquiera los pobres más pobres. Incluso, acuden personas que pueden ganar más que un salario básico pero no tienen seguro social ni tienen capacidad de ir a un médico privado.

En esto hay un adelanto importante. Hace dos semanas aprobamos el nuevo cuadro básico de medicamentos. Nunca se había topado el cuadro básico. Y el cuadro básico de medicamentos implica que esas medicinas tienen que estar para utilización de los pacientes en el servicio público. La gran queja es que se habían olvidado de los pacientes que tienen o enfermedades complejas o cáncer. No había medicamentos. Ahora, en el nuevo cuadro básico de medicamentos subimos a 30 productos solo para el cáncer. No solamente están moléculas clásicas, sino que hemos comprado los famosos inmuno moduladores. Que son el nuevo tratamiento para el cáncer. Otro paso que es importantísimo es que se buscó un grupo de expertos para que elabore un nuevo listado de enfermedades graves, catastróficas, huérfanas o caras. Al final de mes vamos a tener un número de cuántas, de cuáles y qué necesitamos. Nunca ha ocurrido eso.

P. ¿Dentro de su área de influencia está Solca?

No. Nosotros le pagamos a Solca por los servicios prestados. Mi concepto es que los hospitales tienen que brindar servicios de la mejor forma y no comprar servicios a instituciones privadas o semiprivadas como Solca.

P. ¿Implementan programas que van a dar resultados a largo plazo, pero hasta tanto…?

Hay que hacer prevención. Nosotros tenemos que hacer, para mujeres, papanicolaou. Porque ese examen, que cuesta 20 dólares, evita que la mujer tenga cáncer cervical uterino. Y no solamente que ese tratamiento puede costar 90.000 dólares, sino que probablemente la va a matar. Entonces, para cáncer el Ministerio de Salud tiene programas para prevenir el cáncer de seno, para que la mujer aprenda a diagnosticarse mediante palpación. Tenemos cáncer uterino, cáncer de estómago, todas las variantes. Para eso potenciamos los hospitales del Ministerio, para disminuir la demanda de esos pacientes a Solca. En el caso de Esmeraldas tenemos pacientes con mayor demanda de cáncer cérvico uterino, debemos tener los medicamentos para tratarlos, sin necesidad de que sea un calvario para el paciente, que tiene que irse a Portoviejo. Queremos que los hospitales se conviertan en centros de primer nivel en cuanto a tratamiento. Que nosotros dejemos de depender y de pagar, porque pagamos un mundo de dinero, a las instituciones privadas, a la Junta de Beneficencia y Solca. ¿Por qué lo han hecho? Porque se convirtió, en un momento dado, en un negocio. Los que estaban en los sistemas privados también se sentían felices.

P. Detrás de lo que nos cuenta hay una real voracidad por el dinero y lucrar del mal del propio ecuatoriano. ¿Era tal como usted lo imaginaba?

No. Es una barbaridad. Por ejemplo, hay un detalle que es importante que conozcan. Me voy a referir al IESS. Cuando uno llamaba a la central del IESS, porque tenía dolor de muelas, y le decían que la cita la tenía para dentro de dos meses. Pero, le comunicaba, que podía asistir a un centro privado que lo atienden hoy mismo. Y no era verdad, sino que el sistema se encargó. Hace poco se conoció de un odontólogo colombiano que había ganado, creo que 80 o 90 millones de dólares, y se puso seis centros. Entonces, existe una voracidad y existe un convenio mutuo. No es solamente del que recibe, sino del que le dan. Dañan las estructuras. Y hay muchos ejemplos más. Un director que tenía centro de tomografía, centro de laboratorio, farmacia y funeraria. Todo cruzando la calle de un hospital. No es una regla general, pero pasa. (GV/JC)