Las remesas inyectan más de $360 millones mensuales a la pequeña economía de los ecuatorianos

Lo migrantes envían dinero, especialmente, para los gastos de sus familias.

El dinero de los ecuatorianos en el exterior aumentó el llamado ingreso per cápita en más de $240. Además, dinamizó el comercio e incluso al sistema bancario.

Sin el aporte de los migrantes, en promedio, cada ecuatoriano habría cerrado 2022 siendo $246,36 más pobre.

Es decir, el dinero de los ecuatorianos en el exterior, según un último análisis del Colegio de Economistas de Pichincha, no solo han impulsado el consumo en medio de la crisis; sino que también está detrás de la reducción de los niveles de pobreza.

“El dinerito que manda mi hermana desde Estados Unidos nos ha servido, desde que llegó la pandemia, para cubrir parte de los gastos del colegio de mi sobrina; urgencias médicas e incluso para comprar una nueva refrigeradora”, explicó Lorena Puma, vendedora, quien vive en La Ecuatoriana, en el sur de Quito.

De 2014 a 2022, las remesas que llegan anualmente al Ecuador han pasado de $2.562 millones a $4.468 millones (74% más).

Así, mientras el presupuesto estatal no alcanza para todas las necesidades del país, las remesas inyectaron, durante el último año, más de $360 millones mensuales directamente a la vena de la pequeña economía de los ecuatorianos.

De acuerdo con el Colegio de Economistas de Pichincha, el flujo de dinero de los migrantes en el exterior representa un monto equivalente al 145% de todo el gasto público en salud; o casi el 33% de los ingresos tributarios de todo un año (equivalente a todo lo recaudado por impuesto a la renta y contribuciones especiales).

Efecto dinamizador

El 75% de las remesas recibidas se utilizan para satisfacer necesidades de corto plazo, tales como alimentación, cobijo y pago de facturas. El 25% restante se destina a salud e inversión.

Según Ana Campos, economista, se debe trabajar para que un mayor porcentaje de las remesas vayan a proyectos productivos y emprendimiento, a través de considerar, por ejemplo, a dinero de los migrantes como garantía para préstamos en la banca pública.

Sin embargo, actualmente el dinero de los migrantes tiene un efecto dinamizador del comercio en todos los niveles (desde los grandes almacenes hasta las tiendas de barrio). Además, ha contribuido a darle liquidez al sector financiero privado.

Información del mapa de inclusión financiera, elaborado por la Asociación de Bancos Privados (Asobanca) señala que el número de transacciones por servicios de giros y remesas aumentaron de 701.300 a 1’150.400 durante el último año.

La mayoría de esas transacciones se realizan a través de los corresponsales no bancarios, que se ubican en tiendas de barrio donde no sería rentable poner una agencia bancaria.

“Las tiendas, que son uno de los pilares de la pequeña economía, crecen de la mano de los corresponsales no bancarios y el aporte de las remesas. Ahí existe un gran potencial que se puede aprovechar para impulsar negocios y más desarrollo”, puntualizó Campos. (JS)

37.900 corresponsales no bancarios hay a escala nacional. Más del 31% están en zonas rurales.

Distribución de las remesas

  • El dinero de los ecuatorianos en el exterior representa un ingreso por habitante de más de $200 en ocho provincias del Ecuador.
  • En Cañar, una de las provincias con más migrantes, las remesas por habitante llegan a los $1.218. Le siguen Azuay con $1.091, Morona Santiago ($371), Tungurahua ($277), Guayas ($267), Chimborazo ($265), Pichincha $232 y Loja ($206).
  • Existe un segundo grupo donde las remesas per cápita es mayor de $100, pero menor de $200: El Oro ($174), Zamora Chinchipe ($144), Imbabura ($134) y Santo Domingo de los Tsáchilas ($124).
  • En un tercer grupo, donde están la mayoría de las provincias amazónicas, el nivel de remesas per cápita no supera los $91. El punto más bajo es Orellana con $32, pero en regiones como Carchi, Cotopaxi, Esmeraldas y Los Ríos no sobrepasa los $54. En estas últimas provincias todavía predomina la migración interna.

Cinco veces más que la Inversión Extranjera

Las remesas, con su flujo de recursos superior a los $4.400 millones en 2022, también compensa en parte el fracaso del país en atraer Inversión Extranjera Directa (IED).

Según los últimos datos disponibles en el Banco Central, hasta el tercer trimestre del año pasado, la IED sumaba un total de $860,9 millones; y con pocas perspectivas de mejora en el último trimestre.

Así, las remesas alcanzaron un nivel cinco veces mayor que la inversión privada que, a pesar de los esfuerzos del Gobierno de Guillermo Lasso y con el lastre del bloqueo político a cuesta, llegó solo a cuentagotas desde países como China, Estados Unidos, México, Suiza y España.

En el caso de las remesas, más del 84% de los $4.400 millones recibidos vinieron de Estados Unidos ($2.837 millones) y España ($929 millones).

Evolución de las remesas

USD millones
Año Monto Porcentaje del PIB
2014 2.462 2,4%
2015 2.378 2,4%
2016 2.602 2,6%
2017 2.804 2,7%
2018 3.031 2,8%
2019 3.235 3,0%
2020 3.338 3,4%
2021 4.362 4,1%
2022 4.468 3,9%