Ausencia de propuestas deja en evidencia la crisis en la democracia y los partidos

POLÍTICA. Los partidos deben realizar un amplio debate para fortalecerse.
POLÍTICA. Los partidos deben realizar un amplio debate para fortalecerse.

Los académicos explicaron que la campaña electoral recién finalizada fue dispersa y sin un verdadero debate. El populismo reinó.

Finalizada la campaña electoral, expertos evalúan para LA HORA el nivel de las propuestas y promesas electorales, así como el ejercicio de estrategias populistas para captar el voto.

Los catedráticos Luis Espinosa Goded, Saudia Levoyer y César Ulloa coinciden en señalar que la campaña ha sido dispersa y deja en evidencia la crisis en la democracia y los partidos políticos ante la desconexión de la ciudadanía y la dirigencia.

Saudia Levoyer, profesora de la Universidad Andina Simón Bolívar, consideró que “ha sido una campaña a ratos improvisada. Algunos candidatos sí han sabido manejar los espacios que proveen las redes sociales, pero la mayoría cree que a los jóvenes se les debe comunicar muy superficialmente, menospreciando a los electores”.

El politólogo y comunicador César Ulloa considera que lo visto en la campaña electoral son las “consecuencias de un sistema multipartidista fragmentado por la cantidad de candidatos para cada dignidad, la cantidad de movimientos, que se traduce en una campaña dispersa donde la pierde es la ciudadanía”.

Al analizar el desarrollo del proceso, el profesor e investigador de la USFQ, Luis Espinosa Goded, coincidió con las críticas a la campaña, aunque destacó que el dato más importante “es que a dos semanas de las elecciones el 50% de los ecuatorianos no tenía decidido su voto, porque en el fondo les da igual”.

Advierten que el nivel de desapego de los ciudadanos sobre la política es un síntoma grave de la crisis democrática en el país.

Populismo, la vía fácil

Al revisar las estrategias populistas observadas en la campaña electoral, los catedráticos estuvieron de acuerdo en las “perversidades” del sistema, indicando que en muchas ocasiones las promesas están fuera de las competencias de los candidatos.

Ulloa explicó que el populismo “es una estrategia política carente de ideología, que tiene en sus elementos constitutivos de su discurso la polarización, el rechazo al pasado y la reinvención del futuro sin una propuesta sólida”.

Recordando que “es una campaña muy parecida a la de hace cuatro años”, con pocas propuestas y un alto nivel de insultos. Ulloa criticó que luego de esa experiencia no exista una renovación en los líderes, ni de los cuadros. “No hay liderazgos emergentes”, alertó.

En este sentido, la visión de Luis Espinosa apunta que el populismo es una perversión de la democracia, pero ante la actual coyuntura en la que los políticos no dan respuestas efectivas a la comunidad, es una “solución” para el ciudadano.

Que los ciudadanos pidan algo a cambio de su voto, yo en lugar de analizarlo como un horror, me parece que a nivel de incentivos es lo más inteligente. Si no espero nada de los políticos, si estoy convencido que el sistema está profundamente perverso, si al menos me regala media libra de arroz me ha dado mucho más que los demás”, lamentó.

Para Saudia Levoyer, “el populismo está supremamente arraigado en el país desde hace muchísimo tiempo y estamos ante un electorado que se ha acostumbrado a que le prometan y le regalen cosas”.

La experta deja claro que la corrección de esta situación debe llegar de la mano de la clase política, “debemos generar mejores debates”.

 Desapego a políticos

Espinosa, Levoyer y Ulloa alertaron sobre el desapego entre los partidos políticos, los candidatos y las propuestas electorales con respecto a los verdaderos problemas que preocupan a la población.

Levoyer recuerda que es un tema que ya se ha señalado en reiteradas oportunidades a la clase política, “se ha dicho hasta el cansancio, que solo se preocupan del tema electoral, pero luego no se acuerdan de la etapa de gobierno, de sus ofrecimientos”.

Espinosa considera que la causa de esta crisis en los partidos políticos se debe a la “dejación de la dirigencia de sus funciones. Las élites están preocupadas por problemas alejados de la gente. Mientras se preocupan por el cambio climático y las cuotas de representación, el ciudadano piensa en el aumento de la inflación y la inseguridad”.

Explica que la “disociación entre las élites y los ciudadanos es anticipo de una grave crisis que cada vez que ocurre en la historia, no suele terminar bien”.

Ulloa puntualiza que la actual situación “cambiará en la medida que los partidos hagan lo que les corresponde, es decir, si no se educa con el ejemplo no se puede pedir un cambio”. (ILS)

¿El regreso de los partidos fuertes?

Los catedráticos consultados por LA HORA consideran necesario que haya un amplio debate en los partidos políticos, orientado a fortalecerlos y a cumplir con las disposiciones del Código de la Democracia.

Para la catedrática Saudia Levoyer el camino es reconstruir partidos, achicar movimientos, exigir que los partidos no solo funcionen durante la campaña electoral, sino que hagan procesos de militancia y formación. “Es un tema de profesionalización de la política, suena utópico, pero es la única manera”.

El politólogo César Ulloa no cree que sea un tema de cambios, sino de “cumplir con lo que el Código de la Democracia establece, el cual dice en su capítulo de partidos políticos que todos tienen que tener una escuela de formación, que debe haber democracia interna y no existe, que se debe transparentar el financiamiento. No se trata de poner más cosas, es cumplir las que existen”.

El investigador Luis Espinosa señala que en la actualidad no existen partidos políticos en Ecuador. “Los partidos son una ficción que se compra y se alquila para las campañas electorales, los partidos políticos no tienen estructura de partido, que mantengan imagen, con ideología coherente, con capacidad de formación de cuadros y propuestas a lo largo del tiempo”.

los que pensábamos que la partidocracia era un problema para la democracia nos hemos equivocado, yo lo reconozco, y nos damos cuenta que es mejor tener partidos políticos fuertes, que no tener partidos políticos”.

Luis Espinoza
Profesor investigador de la Universidad San Francisco de Quito.