Las ofertas ilegales han aumentado hasta un 80% en el sector inmobiliario

REALIDAD. El sector inmobiliario de Ecuador no se recupera de la crisis.
REALIDAD. El sector inmobiliario de Ecuador no se recupera de la crisis.

Los actores formales alertan sobre el aumento de propuestas informales y hasta ilegales que afectan al sector.

El sector inmobiliario es uno de los que más encadenamientos productivos y económicos tiene; pero su imagen y su recuperación a niveles prepandemia, se ven afectados por la proliferación de actividades informales, que generan pérdidas a todos los niveles.

Según Adrián Rodríguez, presidente de la Cámara Inmobiliaria Ecuatoriana, hay pérdidas por evasión, competencia desleal, perjuicio para el Estado, limitación de inversión pública. Además se genera una mala imagen del país, tanto para el inversionista nacional como internacional, lo que se traduce en menos ventas y problemas para la actividad formal.

“En efecto, hemos visto una proliferación de actividad informal en nuestro sector. Esto es innegable. La crisis y la falta de empleo han contribuido”, dijo Rodríguez.

Con la ayuda de plataformas digitales y redes sociales se ha detectado un incremento entre 70% y 80% en las operaciones de personas que se identifican como corredores inmobiliarios, pero que no tienen idea del negocio, manejan ofertas irreales y abren la puerta a distintos tipos de engaños.

Estafas comunes

La estafa más conocida es la venta, bajo fachada de supuestas promotoras de proyectos de lotizaciones y entrega de viviendas sin cumplir con los mínimos requisitos de ley, como la constitución de un fideicomiso que se encargue del cumplimiento de los inmuebles o terrenos a un tiempo determinado.

Los ciudadanos también caen en supuestas “promociones increíbles” en las que se ofrece obtener una casa por una entrada de menos de $1.000; o al menos separar un inmueble por un pago inicial de hasta $500, explicó Aníbal Vera, promotor inmobiliario, al advertir que estas ofertas engañosas proliferan en grupos de Facebook y otras redes sociales, pero no tienen un bien real atrás.

“Cuando se presentan estas supuestas gangas, la ciudadanía debe dudar e indagar. Se tiene que verificar si la empresa está avalada por la Superintendencia de Compañías, si existe un apalancamiento para poder cumplir con los plazos”, dijo.

También hay casos de supuestas inmobiliarias que hacen promesas de compraventa, pero  venden un mismo terreno a cinco o seis personas.

“A través de la digitalización, se ofrecen supuestas reservas en línea donde se pide a la gente depositar anticipos a manera de reserva, pero al momento de ir a la ciudad donde está el terreno o inmueble, el cliente no tiene como ubicar al supuesto corredor inmobiliario o a la empresa vendedora”, puntualizó Rodríguez.

Por eso, la ciudadanía, que está en busca de una casa nueva o de segundo uso, debe estar prevenida y exigir, al menos, una acreditación o credencial, un RUC vigente. (JS)

Los ingresos del sector inmobiliario formal han caído entre 10% y 15% en comparación a 2019.
4.000 denuncias sobre estafas inmobiliarias se registran cada año.

El mercado inmobiliario es especulativo e informal

De acuerdo con Adrián Rodríguez, presidente de la Cámara Inmobiliaria Ecuatoriana, el Ecuador tiene un mercado inmobiliario altamente especulativo; en donde no asesorarse bien puede provocar estafas o que se pague mucho más de lo justo por un inmueble.

“Esto le vuelve menos accesible a la vivienda y aumenta el costo del suelo, por lo que se desincentiva cualquier tema de inversión en el sector”, puntualizó.

En Ecuador no existen históricos de ventas o bases de datos reales de los precios de venta. Por eso, la Cámara tiene como proyecto levantar una primera base de datos, con el aval de los municipios, el Ministerio de Vivienda y la Asociación Ecuatoriana de Peritos Evaluadores.

La gente normalmente se remite a los grupos de Facebook, o la información imprecisa que hay en otras redes e internet, para saber cuánto vale un inmueble en cierto sector. Pero estas fuentes tienen grandes distorsiones y desconocen criterios de valoración o cómo está compuesto el precio de mercado.

Por eso, se recomienda acudir a un perito evaluador o al servicio de tasación comercial de la mayoría de las empresas inmobiliarias.

“Se puede prevenir pagar un sobreprecio. Por ahorrarse supuestamente unos dólares, y no asesorarse bien se pone en riesgo una inversión que luego es difícil de recuperar”, apuntó Rodríguez.

Suenan las alarmas del lavado de activos

La creciente informalidad también ha abierto las puertas a un mayor riesgo de lavado de activos. Por eso, la UAFE, en octubre de 2021, estableció como una obligación, para toda empresa o funcionario inmobiliario, que se convierta en oficial de cumplimiento para reportar operaciones irregulares.

A diario, las compañías formales del sector reportan llamadas a escala nacional de gente que desea hacer operaciones en efectivo, sin bancarizar. Esta es una amenaza latente que no se puede perder de vista.

El creciente narcotráfico y la falsificación de dinero buscan sectores como el inmobiliario para “legalizar” parte de sus operaciones. No solo en la venta de inmuebles, sino también en los alquileres.

Parámetros para tener en cuenta al adquirir una vivienda

1.- Solicitar las escrituras del inmueble, y un certificado de historial de la propiedad. El objetivo es verificar que no exista ninguna prohibición de enajenación o algún gravamen.

2.- Si va a comprar un inmueble en planos, o un proyecto en lotización, es importante solicitar la licencia urbanística o una línea de fábrica, que es un documento que emiten los municipios. Esto sirve para verificar que se puede construir en el terreno, entre otros aspectos.

3.- Solicitar un informe predial o una ficha catastral del Municipio y cotejarlos con la escritura.

4.- Una de las mayores alertas es cuando le piden un anticipo sin trámite. Lo recomendable es siempre hacer una promesa de compraventa antes de entregar cualquier anticipo.

5.- Solicitar una valoración del inmueble a través de una empresa autorizada o un perito.