Conozca las cuatro narcobandas que se disputan el control de las cárceles de mujeres

SITUACIÓN. De las 1.833 mujeres en cárceles, 1.424 tienen sentencia.
SITUACIÓN. De las 1.833 mujeres en cárceles, 1.424 tienen sentencia.

En este mes, dos directoras de cárceles de mujeres han sufrido atentados.

En marzo de 2023, dos directoras de cárceles de mujeres, en Guayas y Esmeraldas sufrieron atentados. Sujetos las balearon y – aunque sobrevivieron– estos hechos dan muestra de que la violencia narcocriminal no solo está en los centros penitenciarios de varones.

Si bien, las mujeres representan cerca del 7% de la población penitenciaria a escala nacional, las autoridades no pueden descuidar estos espacios y solo concentrarse en los centros masculinos.

Mario Pazmiño, analista internacional en Seguridad y Defensa, señala que todos los centros carcelarios “son santuarios y se defienden a sangre y fuego”. Por eso, destaca que sería inocente creer que no hay líderes de bandas narco-delincuenciales entre las mujeres.

Según información proporcionada a LA HORA por el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), hay cuatro grupos con los que las presas tienen afinidad o se identifican:

Desde el SNAI se detalla que por seguridad no se puede informar cuál es el grupo líder.

Todos estos grupos son asociados con delitos como narcotráfico, extorsión, terrorismo y sicariato.

Control de pabellones

Tener el control de los pabellones – dice Pazmiño– permite sacar rédito de la venta de droga, armas, celulares y otros implementos dentro de las cárceles, por lo que las organizaciones delictivas. Que las directoras de dos cárceles femeninas sean blanco de ataques armados, detalla Pazmiño, es un mensaje de que “no quieren que las autoridades ejerzan control”.

El SNAI menciona que “a través del registro de información de la Dirección de Inteligencia (…) se identifica que el porcentaje de afinidad a grupos delictivos es mínimo, siendo un aproximado del 5% de la población penitenciaria femenina”.

El total de la población penitenciaria femenina es de 1.833 a escala nacional.

Reclutamiento

Carla Rosero, especialista en criminología, dice que puede haber dos escenarios. “Lo primero es que no todas las que sean parte de una banda van a querer ponerse en el ojo de la autoridad y lo segundo es que las bandas, dentro de las cárceles, siempre buscan a quién reclutar. En el caso de las mujeres quienes tengan sentencias pequeñas, para que luego sean sus ojos y oídos afuera”.

Tanto Rosero como Pazmiño dicen que con los recientes atentados hay un mensaje claro: “Tampoco se metan en las cárceles de mujeres”.

El principal delito

De las 1.833 mujeres en cárceles, 971 están por el delito de tráfico ilícito de drogas. Captarlas se vuelve fácil en sociedades donde la brecha del trabajo digno y el salario son amplios. En 2021, 228 mujeres murieron en medio de situaciones asociadas a este delito.

 Julieta (nombre protegido) cumple cinco años de prisión por el delito de posesión, distribución y tenencia de drogas. En 2019 fue detenida durante un registro corporal en el ingreso de una cárcel, en la Sierra ecuatoriana.

No era la primera vez que Julieta se hacía pasar por visitante para ingresar droga y entregársela a quien ante las autoridades era su esposo, pero en realidad era amigo de la pareja de Julieta. “Un hombre con antecedentes penales que la reclutó y la amenazaba cuando ella quiso salir”, dice Andrea (nombre protegido), abogada de la mujer de 32 años.

En el reportaje ‘El Narcotráfico se aprovecha de la inequidad de género’, Andrea Tene, socióloga, dice que como con los niños y jóvenes que son captados y formados como sicarios,  en las sociedades más vulnerables e inequitativas es “más fácil abusar de la necesidad. Aún más cuando la pandemia hizo que las mujeres sean las primeras en ser desvinculadas de sus trabajos”.

Según la última Encuesta Nacional Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu), para finales de 2021 solo el 24% de las mujeres que era parte de la Población Económicamente Activa tenía un empleo adecuado y un 29% percibe ingresos inferiores al salario mínimo y trabaja menos de la jornada legal. (AVV)

Los principales objetos prohibidos que se encuentran en las requisas en los centros femeninos son cigarrillos, celulares y accesorios de celulares.