500 menores han sido detenidos en lo que va de 2023

Menores. Un niño y una niña, ambos de 13 años, participaron en el secuestro de una pareja, en la Ruta VIVA, en Quito.
Menores. Un niño y una niña, ambos de 13 años, participaron en el secuestro de una pareja, en la Ruta VIVA, en Quito.

No todos van a centros para menores infractores, un ejemplo es alias ‘Boquita’ (13 años), quien participó en el asesinato de un policía en Esmeraldas y luego en el secuestro de una pareja en Quito.

 Hasta 2021, el 50% de jóvenes infractores estaban acusados por violación, según datos del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores del Ecuador (SNAI).

En este 2023, en cambio, existe preocupación pues, unos 500 menores de edad han sido detenidos, en medio de delitos asociados al sicariato o tenencia de armas, según ha manifestado el ministro del Interior, Juan Zapata.

Sin seguimiento

Como lo indicó LA HORA, en su reportaje del 16 de febrero de 2023, hay niños que son reclutados por bandas narco-delincuenciales porque no pueden ir presos.

Eva Peñafiel, coordinadora nacional de protección infantil de Aldeas SOS, señala que los niños y adolescentes son inimputables, es decir, que cuando cometen infracciones tipificadas en la ley, no son objetos de juzgamiento. Se determina que una persona es un niño cuando tiene hasta 11 años con 11 meses. Y hasta los 17 años 11 meses son adolescentes.

Peñafiel destaca, sin embargo, que es labor del Estado, que los niños que han cometido un crimen tengan un seguimiento y un proceso de rehabilitación a través de medidas socioeducativas. Algo que no se cumple.

Un ejemplo de la falta de garantías sobre niños que cometen delitos es alias ‘boquita’,  uno de los cuatro aprehendidos por el secuestro de una pareja, en la Ruta VIVA, en Quito.

El secuestro en el que participó alias ‘Boquita’, de 13 años, sucedió a la medianoche del 11 de marzo de 2023. Pero un mes antes, el menor había participado en el asesinato de Freddy Bonilla, un policía que trabajaba en Esmeraldas.

Según la Policía Nacional, el menor no fue detenido en flagrancia y la audiencia de formulación de cargos por el asesinato del uniformado aún no se lleva acabo, por tanto, el niño – que se presume fue quien disparó– no tenía seguimiento, lo que le dio vía libre para trasladarse a Quito.

Tras el rescate de la pareja secuestrada, el Comandante General de la Policía Nacional, Fausto Salinas, indicó que el menor de edad es vigilado por uniformados de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen). Él no es el único con medidas cautelares por su participación en el secuestro, también hay una niña, de la misma edad, que era la encargada de sacar el dinero de los secuestrados, de cajeros automáticos.

El ejemplo de alias ‘Boquita’, no es el único que pone en evidencia la falta de seguimiento a menores que delinquen.

Cristian D., de 16 años, fue detenido por el asesinato del fiscal de Garantías Penales, Édgar Escobar Zambrano, en Guayaquil.

El joven de 16 años había salido del centro de reclusión, por robo, no tenía seguimiento tras su salida con medidas sustitutivas.

Peñafiel dice que hay un abandono del Estado en la prevención, pero también en los centros para jóvenes infractores. “Si para los centros de privación de libertad (adultos), no tienen personal especializado para la atención (…) hemos visto cómo se negocia la seguridad de la gente (…) con un adulto que puede decir algo, con un niño o niña mucho más. El Estado no invierte”.

Garantizar derechos

El problema es estructural pues los niños, al no tener acompañamiento, seguimiento o acciones preventivas regresan a sus hogares, donde seguramente son víctimas de abusos. Por eso, Peñafiel considera necesario que haya acciones concretas para los menores infractores. Por ejemplo, un seguimiento periódico de su desarrollo.

Peñafiel explica que la neuropsicología menciona que hay dos grandes momentos en el cerebro humano. En los primeros años de vida hay un desarrollo neuronal para el aprendizaje y desarrollo de habilidades.

La segunda es una estructura neuronal y se da en la adolescencia, para que los niños puedan adaptarse a conexiones emocionales y sociales.

Con estos antecedentes, Peñafiel dice que “el Estado está a tiempo de ayudar a estos niños”. (AVV)

La competencia de la vigilancia de los menores infractores está en instituciones como el SNAI, el MIES y la Policía.

“Es hora de diferenciar las sanciones para los menores de edad asociados a delitos mayores, como el sicariato”, Juan Zapata, ministro del Interior, el 16 de febrero de 2023.